Vacaciones rotas
Siguen hospitalizados 15 de los viajeros heridos en el accidente de autobús en Jaén
Josefa Navarro García-Ribera cumplió el pasado sábado 44 años y lo iba a celebrar disfrutando de un viaje a Cádiz. Cogió a media mañana el autobús en Madrid y, apenas unas horas después, la tragedia truncó para siempre el sueño de las vacaciones. Esta vecina de Parla (Madrid) fue una de las cinco fallecidas en el accidente del autobús ocupado por 52 excursionistas de distintas provincias españolas ocurrido el lunes en Lopera (Jaén). Quince de los 45 heridos continuaban ayer hospitalizados.
El féretro con los restos de Josefa salió ayer hacia su ciudad, igual que los de Carlos Mora e Isa...
Josefa Navarro García-Ribera cumplió el pasado sábado 44 años y lo iba a celebrar disfrutando de un viaje a Cádiz. Cogió a media mañana el autobús en Madrid y, apenas unas horas después, la tragedia truncó para siempre el sueño de las vacaciones. Esta vecina de Parla (Madrid) fue una de las cinco fallecidas en el accidente del autobús ocupado por 52 excursionistas de distintas provincias españolas ocurrido el lunes en Lopera (Jaén). Quince de los 45 heridos continuaban ayer hospitalizados.
El féretro con los restos de Josefa salió ayer hacia su ciudad, igual que los de Carlos Mora e Isabel Jiménez Pérez, ambos de 58 años y vecinos de Elda (Alicante); Emilio Muñoz Coello, de 61 años y residente en Getafe (Madrid); y Carmen Ariño Fort, de Alboraia (Valencia).
El viaje costaba 439 euros por persona e incluía alojamiento, pensión completa, excursiones por la provincia de Cádiz y "vino y agua en las comidas", según la publicidad de las agencias. A este reclamo respondieron José Molero, de 47 años, y su mujer, Agustina González, de 43. Son de Carrizosa (Ciudad Real) y se subieron en Valdepeñas. "Fuimos los últimos pasajeros en montarnos en el autobús. Cuando nos recogió iba lleno", contó ayer José, que describía las escenas que presenció tras el accidente: "Me escurrí debajo del asiento y agarré a mi mujer. Para bajarnos tuvimos que pasar por encima de personas ensangrentadas que estaban por el suelo".
Poco después, fueron atendidos en un hospital "lleno de sangre por todas partes". "Pero no nos dejaron solos ni un momento, se portaron muy bien", afirmó su esposa. La Junta de Andalucía movilizó a 250 profesionales de Protección Civil, servicio de emergencias 112, bomberos, Guardia Civil y personal sanitario para la atención a las víctimas, según precisó ayer la consejera de Salud del Gobierno andaluz, María Jesús Montero, que visitó a las víctimas.
María Carmen Valls, de 53 años, es de Vinaròs (Castellón). Recuerda que el accidente se produjo justo al terminar la película que se pasó durante el viaje, por lo que especula con que el conductor estuviese manipulando el vídeo cuando se salió de la calzada. La Guardia Civil sigue barajando como causa del accidente una posible distracción del chófer. "Es evidente que no ha intervenido ningún elemento ajeno al autobús, no hubo señales de frenazo y la circulación era fluida", apuntó el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, quien confirmó que la prueba de alcoholemia practicada al conductor dio negativo.
Emilio Muñoz, de Getafe, ha perdido a su padre y su madre está ingresada en la Unidad de Vigilancia Intensiva del Hospital Neurotraumatológico de Jaén. "Salieron para pasar una semana de excursión y mira... Lo que ha pasado es muy fuerte", lamentó. Ahora trata de sobreponerse a la tragedia y no ha dudado en asumir todos los trámites. "En estos momentos es normal que alguien adopte el papel de cabeza de familia. Después vendrán los momentos más duros", explicó una de las psicólogas del equipo de 25 profesionales del 112 que atiende a las víctimas. Su consejo: "Es fundamental que expresen lo que sienten para que después no sufran una depresión".