Fallece un hombre de 75 años en una playa de Noia cuando intentaba auxiliar a una bañista en apuros
Un vecino de Noia (A Coruña), de 75 años de edad, murió ayer al tratar de rescatar a una joven que estaba en apuros cuando se bañaba en una esquina de una playa de escaso calado. El fallecido, Álvaro Freire, era muy asiduo a dar paseos diarios por los arenales de esta localidad costera. Ayer al mediodía, se acercó a una zona rocosa de la playa de Taramancos, alertado por los gritos de una joven bañista que, según el testimonio de varios presentes, pedía repetidamente auxilio, y supuestamente se tiró al agua para ayudarla.
El anciano, cuyo cadáver fue trasladado al hospital de Santiago p...
Un vecino de Noia (A Coruña), de 75 años de edad, murió ayer al tratar de rescatar a una joven que estaba en apuros cuando se bañaba en una esquina de una playa de escaso calado. El fallecido, Álvaro Freire, era muy asiduo a dar paseos diarios por los arenales de esta localidad costera. Ayer al mediodía, se acercó a una zona rocosa de la playa de Taramancos, alertado por los gritos de una joven bañista que, según el testimonio de varios presentes, pedía repetidamente auxilio, y supuestamente se tiró al agua para ayudarla.
El anciano, cuyo cadáver fue trasladado al hospital de Santiago para practicarle la autopsia que determinará las causas exactas de su fallecimiento, se golpeó en la cabeza, que presentaba un fuerte traumatismo, según los integrantes del equipo de Protección Civil que acudieron a rescatarlo, junto con dos embarcaciones y un médico. El hombre ya estaba fallecido cuando fue extraído del agua, pero no se sabe si murió a consecuencia de golpearse contra las rocas o por ahogarse. La zona donde ocurrió el suceso es muy rocosa pero llana y el mar apenas tiene profundidad, dado que hasta un niño da pie en esa parte del arenal.
La chica en apuros, también vecina de Noia, salió finalmente por su propio pie del mar y no sufrió daño alguno. Ya no estaba en el lugar cuando acudieron los equipos de rescate. La policía local no descarta la hipótesis de un accidente fortuito. La víctima, pese a su edad, estaba en buenas condiciones físicas y era muy ágil, aunque padecía del corazón. La policía no descarta que perdiera la vida al resbalar en las rocas y caer en el agua de forma abrupta, y no a consecuencia de tirarse voluntariamente al mar para rescatar a la joven en apuros.