Pe se ha estrenado ya con Woody Allen
La actriz comienza a rodar en Oviedo, donde la esperaban sus compañeros de reparto Javier Bardem y Scarlett Johansson
Penélope Cruz ya se ha estrenado con Woody Allen. Ayer rodó en Oviedo sus primeras escenas bajo las órdenes del cineasta neoyorquino, que ahora sí tiene reunido a su trío de estrellas.
El martes, Pe cenó con Javier Bardem y Scarlett Johansson en Oviedo.
La iglesia prerrománica de Santa María y el merendero del monte Naranco, a las afueras de la capital asturiana, fueron los escenarios escogidos de esta segunda y última parada del equipo de rodaje en España, tras haber pasado por Barcelona.
Woody Allen llegó a la iglesia de Santa María a las diez de la mañana para grabar va...
Penélope Cruz ya se ha estrenado con Woody Allen. Ayer rodó en Oviedo sus primeras escenas bajo las órdenes del cineasta neoyorquino, que ahora sí tiene reunido a su trío de estrellas.
El martes, Pe cenó con Javier Bardem y Scarlett Johansson en Oviedo.
La iglesia prerrománica de Santa María y el merendero del monte Naranco, a las afueras de la capital asturiana, fueron los escenarios escogidos de esta segunda y última parada del equipo de rodaje en España, tras haber pasado por Barcelona.
Woody Allen llegó a la iglesia de Santa María a las diez de la mañana para grabar varias escenas en su interior con Javier Bardem y la inglesa Rebecca Hall.
Cruz no entró en escena hasta tres horas y media más tarde. Previamente, el rodaje se había trasladado al merendero del Naranco. Vestida con un vestido blanco y un sombrero negro, Pe se unió al resto de actores del rodaje entre los que se encontraba la actriz fetiche de Woody Allen, Scarlett Johansson.
Varias patrullas de la Guardia Civil cercaron el área donde se rodaba. Y por la tarde, efectivos de seguridad se sumaron a los agentes y alejaron a los periodistas y fotógrafos que intentaban seguir las escenas, sobre cuyos detalles pesa un estricto secreto: poco se sabe del argumento o los personajes de la película. La seguridad privada que acompaña al rodaje obligó a la prensa, en medio de cierta tensión, a dejar de grabar o tomar instantáneas.