Reportaje:

El Cid se sienta en el metro

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo". No estará metido en las cabezas de los ciudadanos tanto como el arranque de Don Quijote de La Mancha, que todo Madrid se sabe al dedillo, pero también el comienzo de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez representa una piedra en la historia de la literatura hispánica. Y justamente este fragmento será uno de los 17 pensamientos literarios que la XI edición de Libros a la calle vuelve a repartir po...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo". No estará metido en las cabezas de los ciudadanos tanto como el arranque de Don Quijote de La Mancha, que todo Madrid se sabe al dedillo, pero también el comienzo de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez representa una piedra en la historia de la literatura hispánica. Y justamente este fragmento será uno de los 17 pensamientos literarios que la XI edición de Libros a la calle vuelve a repartir por los vagones de las líneas de Cercanías, en los coches del metro y en los autobuses que recorren la ciudad. Se trata de fragmentos breves, impresos en 23.000 carteles, que serán pegados al lado de las puertas de los vagones.

Además del autor colombiano, otros 16 escritores han sido seleccionados por esta nueva invasión cultural, cada uno con su obra más famosa, como si de una antología en píldoras se tratara. Los usuarios del transporte público podrán catar obras tan distintas como El poema de mio Cid, Descripción de la mentira de Antonio Gamoneda, El collar y la paloma de Ibn Hazm de Córdoba u Hombres necios que acusáis de Sor Juana Inés de la Cruz, La lluvia amarilla de Julio Llamazares, La forja de un rebelde de Arturo Barea, entre otros.

El objetivo de la campaña, promocionada por la Comunidad, el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura, es "meter el gusanillo de la lectura en los madrileños, de manera que, al salir del metro, corran a comprarse el libro entero", vendió el consejero de Cultura, Santiago Fisas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En