Camps y su gobierno arropan a Fabra en su toma de posesión en la Diputación

El socialista Colomer recuerda que la elección es "indirecta" y reclama prudencia al PP

Con la intención de disipar cualquier duda, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, escenificó ayer su apoyo a Carlos Fabra en la toma de posesión como presidente de la Diputación de Castellón por cuarto mandato consecutivo. Camps se hizo acompañar de seis consejeros y la presidenta de las Cortes en la constitución de la Corporación provincial, que se había retrasado por los recursos por supuesto fraude en los censos electorales. El portavoz socialista, Francesc Colomer, recordó que los cargos de la Diputación son de elección indirecta y pidió prudencia a Fabra.

"El 27 de mayo...

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Con la intención de disipar cualquier duda, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, escenificó ayer su apoyo a Carlos Fabra en la toma de posesión como presidente de la Diputación de Castellón por cuarto mandato consecutivo. Camps se hizo acompañar de seis consejeros y la presidenta de las Cortes en la constitución de la Corporación provincial, que se había retrasado por los recursos por supuesto fraude en los censos electorales. El portavoz socialista, Francesc Colomer, recordó que los cargos de la Diputación son de elección indirecta y pidió prudencia a Fabra.

"El 27 de mayo no había urnas para los diputados provinciales", dijo Colomer. En una intervención que no tuvo contestación por parte de Fabra, el recién elegido portavoz socialista en la diputación quiso empezar su intervención reconociendo "la victoria política de nuestro adversario" y felicitando al reelegido presidente pero advirtiéndole de que tenga presente que "ésta no es la sede del PP", tal como dijo, sino de "todos los ayuntamientos".

Colomer inicio su andadura con una diplomática pero dura crítica a las "formas" e hizo referencia, aunque no explícita, a métodos caciquiles. Así, expuso su idea de institución provincial como "ayuntamiento de ayuntamientos" y "razón de ser de los municipios pero no para controlarlos y fiscalizarlos, como en el siglo XIX, sino para cooperar y compartir". El portavoz socialista también manifestó su interpretación del "poder" limitado de las diputaciones al señalar el sistema de elección de los diputados y reivindicó la "humildad y la prudencia política" de la institución. "Demasiadas veces da la impresión de que ésta es la sede de un poder que ya no corresponde a este siglo", dijo. "El poder excesivo, el exceso de poder no es recomendable y desapoderar esta institución es un reto saludable", añadió. "Evitar el abuso de poder para proteger a los ciudadanos es un viejo sueño democrático desde los griegos", apostilló.

La intervención de Colomer no hizo variar el discurso de Fabra que consistió en una retahíla de proyectos ejecutados y por ejecutar. También indicó que la Diputación tiene que reclamar inversiones que apoyen el progreso de la provincia" y mencionó obras como el aeropuerto, los accesos al Puerto, la carretera Castellón-Benicàssim, la autovía Sagunto-Somport y otras infraestructuras. Además, hizo referencia a los resultados electorales en los que "los ciudadanos han hablado alto y claro" y han otorgado al PP un diputado provincial más de los obtenidos en la anterior legislatura. Con este argumentó indicó que "se aplicará el programa del PP" y únicamente habló de las formas en una reflexión final en la que sostuvo la necesidad de "recuperar el prestigio de la clase política, haciendo un ejercicio de autocrítica, pues los discursos de rencor y sectarios son del pasado".

Por su parte, la portavoz del Bloc, María Gracia Molés, aseguró que, desde la oposición, "no sólo controlaremos la acción del equipo de Gobierno, sino que presentaremos propuestas, pues queremos crear las condiciones necesarias para desarrollarnos como una sociedad moderna y culta".

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