Motociclismo | Gran Premio de Holanda

Sin gasolina tras cruzar la meta

Cuando cruzó la meta, Valentino Rossi se sentó en la enorme diana que preside el circuito de Assen. Mientras Il Dottore festejaba el triunfo, Casey Stoner y Nicky Hayden, segundo y tercer clasificado, enfilaron el camino hacia el corralito, el parque cerrado en el que se recibe a los tres pilotos del podio. Ninguno de los dos llegó cómo se le esperaba porque sus motos se quedaron secas, sin combustible, antes de llegar a su destino. Mientras el australiano dejó su Ducati apoyada en uno de los muros para que los comisarios se la cuidaran, Hayden meneó su Honda para rebañar las últimas go...

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Cuando cruzó la meta, Valentino Rossi se sentó en la enorme diana que preside el circuito de Assen. Mientras Il Dottore festejaba el triunfo, Casey Stoner y Nicky Hayden, segundo y tercer clasificado, enfilaron el camino hacia el corralito, el parque cerrado en el que se recibe a los tres pilotos del podio. Ninguno de los dos llegó cómo se le esperaba porque sus motos se quedaron secas, sin combustible, antes de llegar a su destino. Mientras el australiano dejó su Ducati apoyada en uno de los muros para que los comisarios se la cuidaran, Hayden meneó su Honda para rebañar las últimas gotas de gasolina que le quedaban. Un alma caritativa (John Hopkins), le remolcó hasta el cerco.

"Desde que el año pasado limitaron los depósitos de gasolina a 21 litros, todos estamos en el límite. En Assen, una Honda recorre 6,03 kilómetros por cada litro de gasolina", explica Ramón Forcada, jefe de mecánicos de Carlos Checa. "Lo sé porque todas las marcas utilizan un sistema para controlar el consumo de la moto electrónicamente. La gasolina se bombea al motor mediante un latiguillo que aloja unos sensores conectados a la centralita de la moto. Este ordenador hace un cálculo constante y en tiempo real de los kilómetros recorridos y los que faltan hasta completar la carrera. Así inyecta la gasolina justa en cada momento", explica el técnico. Forcada, uno de los mecánicos más experimentados del paddock, recuerda los tiempos en los que todo era distinto. "La cosa era más complicada en la era de las motos de 500cc, dos tiempos, porque no se podía calcular con tanta precisión la gasolina que entraba en los carburadores. Pero con la entrada en escena de las MotoGP, de cuatro tiempos, todo fue más fácil gracias a los programas actuales".

Con estos sistemas, los equipos buscan optimizar el rendimiento de la moto sin riesgo de que el piloto se quede tirado. "Pero la centralita electrónica juega con un margen de error del 1 %", infiere otro mecánico. Otra hipótesis es que algo de gasolina se hubiera perdido en las esponjas que se alojan en el interior del depósito y que sirven para equilibrar el peso de la moto cuando está tumbada en los virajes.

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