El consejo del Banco Mundial designa por unanimidad al estadounidense Robert Zoellick como presidente

El Banco Mundial tiene nuevo presidente, después de que el consejo ejecutivo del organismo respaldara ayer de forma unánime la candidatura de Robert Zoellick. El ex número dos del Departamento de Estado toma el relevo del controvertido Paul Wolfowitz, que deja el cargo el sábado tras verse obligado a dimitir por el escándalo que rodeó a la promoción y aumento salarial de su pareja sentimental. Estados Unidos formalizó la candidatura de Zoellick el pasado 30 de mayo, dos semanas después de que Wolfowitz pactara con el directorio del banco una salida airosa de la crisis por la que atraves...

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El Banco Mundial tiene nuevo presidente, después de que el consejo ejecutivo del organismo respaldara ayer de forma unánime la candidatura de Robert Zoellick. El ex número dos del Departamento de Estado toma el relevo del controvertido Paul Wolfowitz, que deja el cargo el sábado tras verse obligado a dimitir por el escándalo que rodeó a la promoción y aumento salarial de su pareja sentimental. Estados Unidos formalizó la candidatura de Zoellick el pasado 30 de mayo, dos semanas después de que Wolfowitz pactara con el directorio del banco una salida airosa de la crisis por la que atravesaba la institución. Su nombre ya formó parte de la lista que manejó la Casa Blanca hace dos años para el relevo de James Wolfensohn. Ningún otro país presentó a candidatos que pudieran competir con el elegido por George Bush.

Zoellick, a sus 53 años, será el décimo primer presidente del Banco. Por una regla no escrita, a Estados Unidos le corresponde la presidencia de este órgano y a Europa la del Fondo Monetario Internacional. Durante el escándalo, algunos países del mundo en desarrollo pidieron que se acabara con esta práctica. Paul Zoellick optó sin embargo por realizar una gira por América Latina, África y Europa para recabar apoyos y rebajar la tensión.

Paul Wolfowitz, arquitecto de la invasión de Irak, dejará el cargo el sábado, cuando cumpla dos años al frente de la institución responsable de la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo. Robert Zoellick, a diferencia de su antecesor, está considerado un todoterreno de la política internacional y un pragmático de la vieja escuela, abierto al diálogo aunque perfeccionista y duro.

El antiguo número dos del Departamento de Estado, que se lanzó el año pasado a la banca privada como vicepresidente de Goldman Sachs, dice que quiere escuchar y aprender de todos los actores del Banco Mundial, para recuperar la imagen del organismo.

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