Análisis:A LA PARRILLA

Gala de gala

La macroencuesta El español de la historia invadió la noche del martes (Antena 3) con un ambicioso despliegue demoscópico. Presentaron la gala Susana Griso, agigantada por unos tacones que obligaron a su colega Matías Prats a emplearse a fondo. Aunque el poeta dijera que de todas las historias de la Historia la más triste sin duda es la de España porque termina mal, la cosa acabó con un veredicto inofensivo y cortesano: ganó el rey Juan Carlos. Quedó segundo Cervantes, un preso que aprovechó su condena para invertir en una posteridad que le llegó como suelen llegar esas cosas: a buenas ...

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La macroencuesta El español de la historia invadió la noche del martes (Antena 3) con un ambicioso despliegue demoscópico. Presentaron la gala Susana Griso, agigantada por unos tacones que obligaron a su colega Matías Prats a emplearse a fondo. Aunque el poeta dijera que de todas las historias de la Historia la más triste sin duda es la de España porque termina mal, la cosa acabó con un veredicto inofensivo y cortesano: ganó el rey Juan Carlos. Quedó segundo Cervantes, un preso que aprovechó su condena para invertir en una posteridad que le llegó como suelen llegar esas cosas: a buenas horas. En el plató, decorado con un elegante color azul, contribuyeron a la fiesta tres comentaristas: José Bono (que calificó la presencia de Franco en la lista de "contaminante"), Nativel Preciado y Antonio Gala (secundados por Rosa Pascual, responsable de la encuesta). De todos, Gala resultó ser el más contundente: se pasó la noche despotricando venenosamente contra los seleccionados (ejemplo: "Isabel la Católica fue un timo"). En cuanto a la selección de candidatos es como si hubieran metido en una batidora las páginas amarillas, archivos audiovisuales y un manual aproximado de nuestra historia. Este viaje al pasado, con incursiones al presente tan representativas como la candidatura de Bisbal, incluía un notable trabajo de montaje, entrevistas y documentación que nos permitió recuperar algunas imágenes interesantes, como la de Rafael Alberti hablando mal de Juan Ramón Jiménez.

La maledicencia es, en efecto, el motor de la historia y también de la televisión, y esta competición virtual entre participantes que no desean competir es la metáfora de hasta qué punto nos gusta jugar a ver quién la tiene más larga. Pícaros, megalomaniacos, genios, jesuitas santificados, comunistas fumadores, dictadores, toreros vivos y muertos, cocineros deconstructores, emperadores de grandes almacenes, poetas ejecutados, ciclistas o flamencos, todos sirvieron de materia prima para una gala ambiciosa pero que no pudo evitar una lluvia, casi tóxica, de topicazos.

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