"El Barça tiene orgullo", dice Raúl
Raúl, Guti y Casillas son los tres capitanes del Madrid. Por algo será. Por algo más que la experiencia y por llevar toda la vida en el club blanco. Y es que los capitanes no pueden ir deprisa, pensar que todo está ganado, o que la confianza es ilimitada. Eso explica por qué Raúl comparte el mismo discurso que Guti, por ejemplo. Ambos desconfían de la mini-crisis que está sufriendo el Barcelona.
"En el Barça hay gente con mucho orgullo, intentarán arreglarlo todo el domingo en el Calderón", aseguró ayer Raúl, sabedor de que la 35ª jornada va a ser clave.
"Hay una gran incertidumb...
Raúl, Guti y Casillas son los tres capitanes del Madrid. Por algo será. Por algo más que la experiencia y por llevar toda la vida en el club blanco. Y es que los capitanes no pueden ir deprisa, pensar que todo está ganado, o que la confianza es ilimitada. Eso explica por qué Raúl comparte el mismo discurso que Guti, por ejemplo. Ambos desconfían de la mini-crisis que está sufriendo el Barcelona.
"En el Barça hay gente con mucho orgullo, intentarán arreglarlo todo el domingo en el Calderón", aseguró ayer Raúl, sabedor de que la 35ª jornada va a ser clave.
"Hay una gran incertidumbre ahora pero esta jornada puede clarificar las cosas. El que consiga los tres puntos va a tener mucho recorrido hecho", analizó el capitán blanco, sin olvidar que a pesar de que la Liga es cosa de cuatro, el Madrid está en una situación privilegiada. "Es la ventaja de ser líderes. Pero hay que seguir ganando. De los cuatro partidos que quedan, éste
[contra el Recreativo] es el más peligroso. Primero porque en la ida ya nos dieron un buen repaso [0-3] y segundo porque ellos se juegan la UEFA", matizó.
Raúl está convencido de que "la culpa" de la mejoría que ha vivido el Madrid la tiene su técnico, Fabio Capello. "El mérito es suyo. Los comienzos no fueron fáciles para nadie... Y ahora, si seguimos ganando, no tenemos que mirar los resultados de los demás", admitió diciendo que el club necesita "estabilidad" y que tiene tres deseos: ganar la Liga, irse de vacaciones y, a la vuelta, volver a trabajar con el técnico italiano.