Reportaje:

Nadal ya no tiene fantasmas

El español vence en Hamburgo a Andreev, su último verdugo sobre tierra batida

En el masters de Hamburgo hace frío. En Hamburgo regalan mantas a la entrada para que el público se arriesgue a sentarse en la grada. En Hamburgo nadie se extraña si se suspende la jornada por la lluvia y sólo se juega en la central, una pista tapada con una lona de diseño fantasioso, una tela taladrada de goteras, que todo lo empapa, que convierte la arcilla en barro y obliga a jugar con zuecos. En Hamburgo, la Venecia del norte, no hay sol. Sopla el viento. Y ahí, en tan tétrico escenario, mueren los fantasmas.

Rafael Nadal, número dos del mundo, acabó ayer con el...

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En el masters de Hamburgo hace frío. En Hamburgo regalan mantas a la entrada para que el público se arriesgue a sentarse en la grada. En Hamburgo nadie se extraña si se suspende la jornada por la lluvia y sólo se juega en la central, una pista tapada con una lona de diseño fantasioso, una tela taladrada de goteras, que todo lo empapa, que convierte la arcilla en barro y obliga a jugar con zuecos. En Hamburgo, la Venecia del norte, no hay sol. Sopla el viento. Y ahí, en tan tétrico escenario, mueren los fantasmas.

Rafael Nadal, número dos del mundo, acabó ayer con el suyo. Desde la mañana del jueves no hay tenista con un mínimo de picante, jugador con una pizca de mordiente, que no se haya enfrentado con el español en su impecable racha de 79 victorias seguidas sobre arcilla. Faltaba sólo uno, Igor Andreev, ruso afincado en Valencia, el último hombre que le había ganado en tierra batida, allá por 2005. Y Andreev perdió ayer (6-4 y 6-1), superado por Nadal, que ya lo ha convertido todo en rutina, llegar el lunes, debutar el miércoles, ganar el domingo. Nadie le altera. Nadie se le acerca sobre tierra. A Nadal ya sólo le preocupan el cielo, los elementos. "Era un partido difícil", dijo tras el encuentro. "El cambio [entre Roma, el último torneo que jugó, y Hamburgo], es radical en la temperatura. La pista estaba más seca, hacía un poco más de sol, bastante viento, y por eso me ha corrido más la bola".

Nadal ya está en cuartos de final. Hoy juega contra el chileno González, al que derrotó el domingo en la final de Roma. En Hamburgo, la ciudad de los canales, sobreviven enemigos de la vieja y la nueva guardia, Hewitt, Djokovic o Federer. En Hamburgo, el torneo más lento, el de las pistas pesadas, mandan los españoles -Moyà, Almagro y Ferrer están en octavos-. Y en Hamburgo, por ahora, reina Nadal.

Octavos de final: D. Ferrer-I. Ljubicic (Cro.), 6-3 y 6-3. R. Nadal-I. Andreev (Rus.), 6-4 y 6-1. C. Moyà-J. Blake (EE UU), 1-6, 6-3 y 6-3. R. Federer (Sui.)-J. C. Ferrero, 6-2 y 6-3. N. Almagro-J. Acasuso (Arg.) 6-2 y 6-3.

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