Elecciones municipales 27M

Diez aspirantes a ser bisagra en Marbella

Los candidatos de los minipartidos explican sus relaciones con el malogrado GIL

Como en una lata de sardinas. Los diez pequeños partidos que aspiran a la alcaldía de Marbella, aunque se contentan con ser bisagras, llevan una campaña en la que explicar dónde estaban el día de autos se ha convertido en una rutina que asumen con normalidad. En las apretadas filas de algunos hay reminiscencias del Grupo Independiente Liberal (GIL) que no se ocultan, pero sí se matizan.

En las numerosas listas aparece Alejandro Serrano (Ciudadanos por Marbella y San Pedro), hijo de Antonio Serrano, número tres del GIL en la primera legislatura y "que abandonó el gobierno denunciando la ...

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Como en una lata de sardinas. Los diez pequeños partidos que aspiran a la alcaldía de Marbella, aunque se contentan con ser bisagras, llevan una campaña en la que explicar dónde estaban el día de autos se ha convertido en una rutina que asumen con normalidad. En las apretadas filas de algunos hay reminiscencias del Grupo Independiente Liberal (GIL) que no se ocultan, pero sí se matizan.

En las apretadas filas de algunas formaciones hay reminiscencias del GIL
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En las numerosas listas aparece Alejandro Serrano (Ciudadanos por Marbella y San Pedro), hijo de Antonio Serrano, número tres del GIL en la primera legislatura y "que abandonó el gobierno denunciando la corrupción"; a Carlos Marín (CAI) único edil que presume de haber salido ileso de la trama de corrupción municipal y que quiere aprovechar "lo bueno del gilismo"; o a miembros del Partido Andalucista (PA) que "no tienen nada que ver con el caso Malaya", pero que fueron "fumigados" tras la detención de sus colegas de partido.

La ciudad puede permitirse candidaturas singulares, como la del doctor en Derecho de origen libanés Dumet Grayeb (Partido del Sur) o Rafael Molina, un médico de familia que aparece en los carteles de Pueblo Unido de Marbella y San Pedro con estetoscopio incluido. En la maraña destaca por su larga trayectoria política Arturo Moya, líder de Causa Ciudadana. El que fuera asesor del Plan General de Ordenación Urbana con Marisol Yagüe, detenida en la operación Malaya, se ha erigido en portavoz de la mayoría de los pequeños partidos y ha liderado iniciativas, como la impugnación del reparto de los espacios electorales gratuitos que le correspondían al desaparecido GIL.

La mayoría de estos grupos no tiene gran presupuesto, le echan imaginación para caerle en gracia a los vecinos y arrancarles el voto. Su lucha no es tan encarnizada como la de PP y PSOE, aunque también hay pequeñas vendettas. Algunos tapan las caras de sus adversarios pegando sus carteles encima, y los hay que salen por la noche a despegar la publicidad de los demás. Internet se ha convertido en un gran aliado. Anuncian sus actos en los foros locales y cuelgan fotografías y vídeos. Los semáforos, bares y balcones también les hacen de soporte publicitario.

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Si fuera por sus optimistas expectativas, el futuro gobierno local sería un verdadero crisol. Lejos de pensar en mayorías, auguran pactos, y a ser posible con ellos. Hay opciones como la del técnico de telecomunicaciones Rafael Piña (Opción Sampedreña), que apuesta fervientemente por la autonomía del núcleo de San Pedro Alcántara. Su formación tiene un fuerte componente asociacionista, igual que Izquierda Solidaria Andaluza, que lidera el sindicalista Hamido Ahmed. Coincide con Piña en que "siempre" han luchado contra el gilismo. "Hay pocas personas que puedan presumir de no haber estado relacionados con ellos, al PA no le va a votar nadie porque han sido unos corruptos y Moya es un guiño al gilismo", añade Ahmed.

La indignación hizo que la organizadora de eventos María José González, del Partido Socialista de Andalucía, aceptara luchar por Marbella.

Con ella coincide, el benjamín Alejandro Serrano, (29 años), que lanza como propuesta estrella la construcción de viviendas que ronden los 60.000 euros de precio. El abogado de origen libanés, Dumet Grayeb, da un paso más y promete la creación de 3.000 puestos de trabajo por inversiones privadas, la recuperación de la figura de los serenos y una Universidad.Sus expectativas, seis concejales de los 27 existentes, son, con diferencia las más optimistas. "Es impresionante como la gente se vuelca con nosotros", comenta. La larga trayectoria política de Moya, líder de Causa Ciudadana, le hace mostrarse más cauto. No da cifras, pero apunta alto. "Aspiramos a conseguir los 25.000 votos independientes de Marbella". El 27-M sabrán la respuesta.

Representantes de varios de los grupos de independientes que concurren a las elecciones en Marbella.

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