Quintana ofrece para Ourense un "líder", no un "chico de los recados"
El BNG promete una "revolución tranquila"
Al imperio absoluto de la derecha en Ourense se le abrió una brecha a finales de los ochenta en el municipio de Allariz. Por aquella rendija asomó entonces un alcalde nacionalista, Anxo Quintana, que ayer, casi 20 años después, prometió como vicepresidente de la Xunta un plan multimillonario para que esta provincia despoblada pise el acelerador y corra a la par que la populosa Vigo. Por primera vez, el BNG aspira a conquistar la alcaldía de la capital orensana y relevar a los barones del PP en el control político de la Galicia interior. Quintana asegura que su candidato, Alex Sánchez Vidal, se...
Al imperio absoluto de la derecha en Ourense se le abrió una brecha a finales de los ochenta en el municipio de Allariz. Por aquella rendija asomó entonces un alcalde nacionalista, Anxo Quintana, que ayer, casi 20 años después, prometió como vicepresidente de la Xunta un plan multimillonario para que esta provincia despoblada pise el acelerador y corra a la par que la populosa Vigo. Por primera vez, el BNG aspira a conquistar la alcaldía de la capital orensana y relevar a los barones del PP en el control político de la Galicia interior. Quintana asegura que su candidato, Alex Sánchez Vidal, será un "líder provincial", no "un chico de los recados".
El Bloque se ha propuesto alcanzar el 27 de mayo una meta histórica: que el sustituto del conservador José Luis Baltar en el "liderazgo" de la provincia de Ourense sea un nacionalista. Quintana defendió el "plus de credibilidad" que tiene su partido cuando desde la Xunta anuncia inversiones de 1.000 millones de euros para tapar la zanja que separa la Galicia interior del resto. El portavoz del BNG quiere para esta provincia "algo más que carreteras" y un tren de alta velocidad, porque por estas infraestructuras "se puede venir pero también marchar". Su receta para el interior de Galicia lleva como ingredientes suelo industrial, recuperación del patrimonio y servicios, para que Ourense empiece a beneficiarse del "motor económico" de Vigo y deje de "quejarse".
Quintana visitó el municipio de Vilar de Santos, donde gobierna el Bloque. Recorrió las obras de rehabilitación de la aldea de Saa, deshabitada desde la década de los 50, para explicar cómo es la "revolución tranquila" que le promete al rural gallego.
La última casa en vaciarse en Saa fue la de Dios. En 1957, cuando ya ningún humano vivía allí, los vecinos de Vilar de Santos trasladaron en carros, piedra a piedra, la iglesia románica del lugar. El proyecto para rehabilitar el enclave, "un ejemplo" de la rehabilitación del rural, prevé apartamentos turísticos, una "sauna celta" y un taller de cosmética natural, unos negocios que gestionará una empresa.