Vuela el Madrid, sufre el Barça

Poco después de que el Barça sufriera un ataque de ansiedad ante el Levante (1-0), el Real Madrid pasó por San Mamés como un torbellino (1-4). Más allá de las sutilezas de ambos, un equipo y otro, separados por sólo dos puntos a falta de seis jornadas, tienen estados de ánimo diferentes. El conjunto de Capello transmite una energía positiva y cuenta por goles cada ataque. Al grupo de Rijkaard se le ve angustiado, falto de chispa. Entre uno y otro se mantiene firme el Sevilla (3-1 al Espanyol), que afronta una semana crucial. El jueves se jugará su pase a la final de la Copa de la UEFA ante Osa...

Poco después de que el Barça sufriera un ataque de ansiedad ante el Levante (1-0), el Real Madrid pasó por San Mamés como un torbellino (1-4). Más allá de las sutilezas de ambos, un equipo y otro, separados por sólo dos puntos a falta de seis jornadas, tienen estados de ánimo diferentes. El conjunto de Capello transmite una energía positiva y cuenta por goles cada ataque. Al grupo de Rijkaard se le ve angustiado, falto de chispa. Entre uno y otro se mantiene firme el Sevilla (3-1 al Espanyol), que afronta una semana crucial. El jueves se jugará su pase a la final de la Copa de la UEFA ante Osasuna; el domingo tiene un órdago en Chamartín. Dos pruebas muy exigentes que permitirán comprobar el vuelo de este equipo.

Fruto quizá de algún extraño embrujo, la delantera más reputada del universo desafinó ayer como nunca. Eto'o, Messi y Ronaldinho fallaron una y otra vez ante la portería del Levante y el líder sólo pudo con el cuadro de Abel gracias a un tanto de Eto'o con Ronaldinho en fuera de juego. Del despilfarro de goles de los tres puntas tuvo mucha culpa Molina, el meta granota, que con los años no ha perdido nada de pericia en el mano a mano. Y frente a los tenores del Barça no es fácil.

Incapaz de dispararse en el marcador, el equipo de Rijkaard volvió a mostrar su versión extraviada de las últimas semanas. Fuera del Camp Nou lleva un curso a la deriva y en su escenario le cuesta un mundo gobernar a adversarios de perfil bajo. El Mallorca sólo cayó en el último minuto y con un gol en propia puerta; el Levante, que incluso pudo empatar en el último segundo, sólo se venció una vez. El problema está en el propio Barça, que da la sensación de haber llegado al tramo decisivo del campeonato en una situación límite mientras sus perseguidores van a toda pastilla.

Es el caso del Madrid, lanzado en las últimas jornadas. En Bilbao se dio un festín a costa del débil Athletic, una vez más con Van Nistelrooy y Sergio Ramos -otra vez asistido por Beckham, como hace una semana ante el Valencia- de goleadores. El equipo se siente tan fortalecido por sus resultados como por los titubeos del Barça. Hoy se tiene tanta fe que es capaz de todo. Hasta de lo que parecía impensable hace un mes.