"Soy tan competitivo como Fernando"

"Si algo molesta a Alonso es que le supere su compañero de equipo. Sólo en estas situaciones le he visto realmente enfadado". Son palabras de alguien que conoce muy bien al español: Pat Symonds, el jefe de ingeniería de Renault. Los dos trabajaron juntos cinco temporadas y traspasaron muchas barreras. En la escudería francesa, Alonso fue piloto de pruebas, logró su primera pole, ganó su primera carrera y consiguió sus dos títulos mundiales. Y lo consiguió en dura pugna con dos pilotos de altísimo nivel como Jarno Trulli, al principio, y Giancarlo Fisichella, en su última etapa.

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"Si algo molesta a Alonso es que le supere su compañero de equipo. Sólo en estas situaciones le he visto realmente enfadado". Son palabras de alguien que conoce muy bien al español: Pat Symonds, el jefe de ingeniería de Renault. Los dos trabajaron juntos cinco temporadas y traspasaron muchas barreras. En la escudería francesa, Alonso fue piloto de pruebas, logró su primera pole, ganó su primera carrera y consiguió sus dos títulos mundiales. Y lo consiguió en dura pugna con dos pilotos de altísimo nivel como Jarno Trulli, al principio, y Giancarlo Fisichella, en su última etapa.

Con ambos mantiene una buena relación. Pero los dos le dieron algunos disgustos. Le costó menos verse superado por Trulli porque entonces estaba todavía empezando su andadura en la F-1. Pero cada vez que Fisichella le vencía, especialmente en 2006, reaccionaba mal. "No me ha ayudado en nada", llegó a comentar; "cuando le necesitas, siempre está por detrás". Sin embargo, la superioridad de Alonso sobre los dos italianos era tan brutal que no podía preocuparle. Aunque Fisichella le ganó en la segunda carrera, en Malaisia, nunca fue una amenaza real para él. Su lucha se centraba solamente en el alemán Michael Schumacher y Ferrari.

Ahora, sin embargo, Alonso afronta una situación distinta. Se han disputado sólo tres carreras del Mundial y el británico Lewis Hamilton se ha convertido en uno de sus peores rivales en la lucha por el título. La prueba más evidente es que, en estos momentos, el primer piloto negro de la historia de la F-1 está empatado con Alonso y con Kimi Raikkonen en la cabeza de la clasificación, con 22 puntos. Y, aunque no ha ganado todavía ninguna prueba mientras que el asturiano se impuso en Malaisia, ayer consiguió acabar por delante de su compañero por primera vez: fue segundo mientras que Alonso concluyó en la quinta posición, detrás de Raikkonen, tercero, y Nick Heidfeld, cuarto, a quien tampoco logró rebasar.

Para Alonso el golpe debió de ser duro. Lo fue ya, en realidad, el sábado, cuando Hamilton entró en la primera línea de la parrilla de salida y él tuvo que conformarse con la cuarta plaza. Entonces, Alonso esgrimió que había elegido una táctica distinta, con más carga de gasolina para alargar la primera parada. Sin embargo, en la carrera, Hamilton fue casi siempre más rápido y la táctica del ovetense no ofreció el resultado que él esperaba. "Tuve serios problemas de adherencia delante y detrás desde el principio", confesó Alonso; "pero creo que el balance de las tres primeras carreras es excelente: nuestra batalla era que Ferrari no se nos escapara y soy líder del Mundial junto a Hamilton y Raikkonen. Si esto es un drama, vamos muy mal".

No obstante, el resultado permitió a Hamilton y McLaren sacar pecho. Algo que a Alonso no debió de sentarle tampoco nada bien. Cuando le preguntaron si ahora se ve con capacidad para ganar el título, la respuesta de Hamilton fue contundente: "¡Absolutamente! No veo por qué no". Y agregó: "Tengo el mismo coche y soy tan competitivo como Fernando. Y me veo suficientemente consistente para ganar carreras. Pero debemos aprovechar las cuatro semanas que vienen para poder superar a Ferrari en Barcelona en la próxima cita".

Martin Witmarsh, el director general de McLaren, tampoco se anduvo por las ramas: "Tenemos a dos pilotos muy buenos y ahora están luchando por el título. Todos sabíamos que Lewis era muy rápido y en estos momentos le vemos con capacidad para aspirar a la corona. Le falta ganar carreras, pero estamos convencidos de que lo hará este año".

Mientras tanto, Alonso encajaba el golpe lo mejor posible. "Para poder ganar una carrera es necesario que todo vaya al ciento por ciento. Y eso no ha ocurrido con mi coche", advirtió. "¿Lewis? Es obvio que ha hecho una gran carrera. Pero, cuando los coches son buenos, los pilotos son competitivos. Ahora mismo, McLaren y Ferrari están un poco por delante de todos los demás. Y hay cuatro pilotos que estaremos luchando por los podios", añadió.

Nada más, pero tampoco nada menos. Seguro que Alonso está pensando ya en el Gran Premio de España, el 13 de mayo, que ya ganó el año pasado, y en que en Bahrein ha forzado mucho menos su motor que Hamilton. En el circuito de Catalunya dispondrá de esta ligera ventaja. Y es en él donde quiere dar siempre lo mejor.