Un retrete para 25 jugadores

Los empleados del Racing sienten ternura al ver al héroe, el gigante Zigic, doblándose sobre sí mismo para conseguir sentarse en la pequeña banqueta y cambiarse de ropa en el mohoso vestuario de La Albricia. La afición del Racing tiene grandes expectativas puestas sobre un equipo que exprime sus recursos al máximo. A pesar de ir camino de los puestos de UEFA, es uno de los cuatro clubes que menos ha invertido en fichajes en lo que va de temporada: sólo seis millones por Zigic, pagaderos en cinco años. En lo demás, da la sensación de que invierte menos. Sobre todo en su campo de prácticas.
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Los empleados del Racing sienten ternura al ver al héroe, el gigante Zigic, doblándose sobre sí mismo para conseguir sentarse en la pequeña banqueta y cambiarse de ropa en el mohoso vestuario de La Albricia. La afición del Racing tiene grandes expectativas puestas sobre un equipo que exprime sus recursos al máximo. A pesar de ir camino de los puestos de UEFA, es uno de los cuatro clubes que menos ha invertido en fichajes en lo que va de temporada: sólo seis millones por Zigic, pagaderos en cinco años. En lo demás, da la sensación de que invierte menos. Sobre todo en su campo de prácticas.

Las instalaciones donde se entrena el Racing son tan históricas que les falta poco para ser arqueológicas. El vestuario del primer equipo no tiene taquillas, y allí los futbolistas no encuentran posibilidades de intimidad. No hay orinales. Sólo un retrete para 25 jugadores. El consultorio médico no es más cómodo. Consiste en tres camillas agujereadas y un armario con un candado, todo en una sala única, sin mamparos, concurrida tanto por los profesionales del primer equipo como por la chavalería de las categorías inferiores.

Fuera del vestidor, el campo de prácticas está rodeado de muros caídos y gradas cerradas al público por ruina. La cancha de entrenamiento sólo es utilizable en un solo sentido. El equipo siempre ataca sobre la misma portería porque en uno de los fondos hay un muro que permanece derrumbado desde hace años y nadie lo repara, con lo que cada balón rematado contra aquella portería va a parar a la autovía que une Santander con Torrelavega.

De la mano de Miguel Ángel Portugal, vilipendiado en las primeras jornadas de la Liga, el Racing ha ido remontando el vuelo. Tal vez la clave fue la reunión de ciertos jugadores. En la sexta jornada del campeonato se concretó una coincidencia ganadora. Por primera vez el Racing alineó juntos a Zigic (el goleador), Scaloni (el cerebro táctico), y Garay (el reposo de la defensa, con una tarjeta amarilla en 20 partidos). Con ellos a pleno rendimiento, el equipo se disparó. Si la Liga hubiera empezado en la sexta jornada, hoy el Racing estaría a un punto (42) de los líderes: Madrid, Sevilla, Barça y Zaragoza (43).

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