Reportaje:Copa de la UEFA, cuartos de final

El gran examen de Cobeño

El Sevilla afronta su duelo con el Tottenham con su portero suplente como titular y un juvenil en el banquillo

El examen le ha llegado a David Cobeño, un portero de élite que, de repente, tiene que demostrar que vale para lo que se le supone. El suplente de Andrés Palop en la meta del Sevilla, "un portero del presente pero también del futuro", según aseguró el director deportivo sevillista, Ramón Rodríguez Monchi, el día que le fichó, es una de las piezas fundamentales en la pretensión del Sevilla de alcanzar esta noche en Londres las semifinales de la Copa de la UEFA tras la victoria del conjunto hispalense (2-1) sobre el Tottenham, el jueves en el Sánchez Pizjuán. No le faltan apoyo ni capacidad. Sól...

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El examen le ha llegado a David Cobeño, un portero de élite que, de repente, tiene que demostrar que vale para lo que se le supone. El suplente de Andrés Palop en la meta del Sevilla, "un portero del presente pero también del futuro", según aseguró el director deportivo sevillista, Ramón Rodríguez Monchi, el día que le fichó, es una de las piezas fundamentales en la pretensión del Sevilla de alcanzar esta noche en Londres las semifinales de la Copa de la UEFA tras la victoria del conjunto hispalense (2-1) sobre el Tottenham, el jueves en el Sánchez Pizjuán. No le faltan apoyo ni capacidad. Sólo le queda superar el miedo al examen.

Cobeño es un chaval normalmente tranquilo, que se quita las zapatillas (aunque vaya vestido con el traje oficial para los desplazamientos, las lleva, negras, que a volapié pasan por zapatos) cuando ocupa su asiento en el avión de turno, ante de enfrascarse en la lectura del libro que le acompaña. Ayer llegó al aeropuerto de San Pablo con las hojas de La carta esférica, de Arturo Pérez Reverte, hendidas por un separador. Por norma, Cobeño no atrae atención y habla con Navas o con cualquiera de los jóvenes de su equipo mientras los veteranos desgranan versiones y más versiones sobre la misma circunstancia sucedida. Ayer no fue así. La baja anunciada de Palop le hizo protagonista. El grupo de los brasileños -Alves, Renato y Luis Fabiano- bromeaban con él en la jardinera camino del avión a Londres, el presidente del club, José María del Nido, le dedicaba carantoñas en la sala de espera del aeropuerto de Gatwick y la prensa deportiva le sacaba fotos apoyado en una réplica del Big Ben o en una señal de carretera que indicara Londres.

Cobeño llegó este verano al Sevilla desde la cantera del Rayo Vallecano -cuyo primer equipo entrenaba Juande Ramos, actual técnico sevillista- y luego jugó en la Ponferradina y el Real Madrid B hasta que Monchi lo decidió fichar para el Sevilla campeón de la UEFA. Manuel Amieiro, que fueno de los preparadores de porteros del Real Madrid, conoce bien a Cobeño. "No es un portero espectacular", asegura Amieiro, "pero es muy bueno en a la hora de competir y terriblemente eficiente. Lo que mejor transmite es su tranquilidad. Un partido como éste [por el de hoy] es el soñado". En el Sevilla ha jugado dos partidos completos (Racing y Osasuna) y parte de otro (Celta) y en ninguno de ellos encajó un gol. En la Copa del Rey fue titular en los dos encuentros contra la Gimnástica Segoviana y el Rayo Vallecano y en la poco más de media hora jugada en Getafe contra el Betis tras el botellazo a Juande Ramos en el Ruiz de Lopera. En la UEFA, el único partido que disputó ha sido el que ha perdido su equipo en toda su historia de competición europea en el Sánchez Pizjuán (1-2), contra el, AZ Alkmaar de Van Gaal, el 14 de diciembre pasado.

De suplente de Cobeño estará Varas, del Sevilla B Atlético, que hasta hace un mes tenía una escayola en su brazo, la segunda en su corta carrera. Hoy a uno le llega el examen para justificar lo que ya es. Y al otro, se lo puede traer la vida. Lo que sí con lo que cuentan ambos es con el apoyo de todos los suyos, para hacer lo que se supone que saben, para grabar una fecha en la cabeza de todos los sevillistas.

Cobeño, a la derecha, durante el Sevilla-Racing del pasado domingo.PÉREZ CABO

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