"Ahora me siento más seguro de mí mismo"

Raúl López (Vic, Barcelona; 26 años) ya no es el baloncestista irritado de hace dos años. El carácter le ha cambiado al base del Real Madrid, que hoy (19.30, La Sexta) disputa contra el Lietuvos Rytas, en Charleroi (Bélgica), la final de la Copa ULEB, su segunda final del curso tras la derrota ante el Barcelona en la de Copa del Rey. "Para nosotros, es muy importante; trascendental", proclama. Sus rodillas de cristal, las mismas que truncaron su carrera en la NBA, pertenecen al pasado.

Pregunta. Hace dos años, cuando estaba en los Jazz de Utah, decía que esperaba volver a disfrut...

Raúl López (Vic, Barcelona; 26 años) ya no es el baloncestista irritado de hace dos años. El carácter le ha cambiado al base del Real Madrid, que hoy (19.30, La Sexta) disputa contra el Lietuvos Rytas, en Charleroi (Bélgica), la final de la Copa ULEB, su segunda final del curso tras la derrota ante el Barcelona en la de Copa del Rey. "Para nosotros, es muy importante; trascendental", proclama. Sus rodillas de cristal, las mismas que truncaron su carrera en la NBA, pertenecen al pasado.

Pregunta. Hace dos años, cuando estaba en los Jazz de Utah, decía que esperaba volver a disfrutar del baloncesto algún día. Parece que lo ha conseguido.

Respuesta. Siempre intentas disfrutar de lo que haces. Pero en una temporada es más importante estar a gusto. Y lo estoy. No sólo en el Madrid, sino también en Madrid. Estamos jugando bien. Eso es lo importante. Disfrutar, en momentos puntuales.

"No me puedo pasar la vida pensando qué habría pasado (en la NBA de no lesionarse) o qué no habría pasado. Intento vivir más el día a día"

"No creo que haya más secreto en este Madrid que la implicación de todos. Cuando hay ganas de hacerlo bién, de sacrificarse..., las cosas salen"

P. Algunos ojeadores de la NBA afirman que, de no ser por su mala suerte con las lesiones, no estaría en el Madrid.

R. Mejor no planteárselo, ¿no? Es que no se puede uno pasar la vida pensando qué habría pasado o qué no habría pasado. Ahora estoy contento. Lo que pudo ser no me interesa mucho.

P. Sin embargo, a principios de curso, declaró: "Por mucho que haga, siempre va a ser poco. La gente va a decir que era mejor antes". ¿Tanto pesa el pasado?

R. Intento estar al margen de esas cosas. Es difícil convencer de que uno está bien. Me gusta jugar y tengo la posibilidad de hacerlo tras varias lesiones. Eso es importantísimo. Y, por supuesto, salgo a competir al máximo. Para mí, todo se acaba ahí. Lo que pasa es que antes quizá podía hacer más cosas. Pero no pienso en ello si no me lo preguntan. Cuando me insistían sobre mis rodillas, respondía de carrerilla. Tenía automatizadas las respuestas.

P. Usted es, junto a Prigioni, del Tau, el mejor asistente.

R. Tampoco me preocupa en exceso. Si estoy arriba es porque al lado tengo jugadores que meten muchas canastas. Parte del mérito es de ellos.

P. ¿Está a su mejor nivel?

R. Esto sí me lo planteaba antes. Pero ya no le doy vueltas. Simplemente, intento jugar lo mejor que puedo, sin ponerme metas. Aportar cosas al equipo es suficiente. Por eso estoy satisfecho.

P. Ha regresado a sus orígenes. ¿Ha cambiado mucho el Madrid en estos seis años?

R. El club sigue siendo el que dejé. Está claro que algunos dirigentes son nuevos, pero su grandeza sigue ahí. Personalmente, han pasado muchas cosas. He madurado. He acumulado más experiencia por haber pasado por más sitios. Hay cosas que hago mejor y otras que no. Pero me siento más seguro de mí mismo.

P. La derrota en la Copa ante el Barça, su pésimo primer cuarto, les afectó. Luego, hubo una bajada en el juego del equipo.

R. Nos afectó hasta cierto punto. Hicimos un partido muy malo, se perdió y era una final. A partir de ahí, todos miramos hacia delante. Eso sí, el gran esfuerzo hecho en la Copa y las lesiones supusieron que perdiéramos un poco, que nos diera un bajón físico. Hubo un momento en que nos faltaba fuerza para seguir compitiendo al nivel que competíamos. Pero eso nos ha pasado a nosotros y los demás. Fue cuestión de dejar pasar los días y volver a coger ritmo y confianza.

P. Si ganan al Lietuvos, tendrán asegurado el pase a la próxima Euroliga. Según ello, ¿dan más importancia a la Copa ULEB que a la Liga ACB?

R. No es que haya prioridades, pero hay veces, en función del partido, que sí priorizas uno sobre otro. Lo importante es crecer como equipo, da igual contra quién estés jugando. Siempre hay que jugar con la misma motivación, con las mismas ganas. Es muy difícil, pero un equipo muy bueno es el que es capaz de conseguir esto.

P. La apuesta del club es ambiciosa. Primero, un entrenador, Joan Plaza, al que se podría cuestionar. Luego, jugadores nuevos.

R. Siempre, cuando apuestas, tienes la posibilidad de que salga bien o mal. Pero ésta, aun pudiendo parecerlo, no era tan arriesgada. Plaza tenía un gran bagaje. Aunque no se había escuchado mucho su nombre, llevaba tiempo esperando una oportunidad. Y los jugadores que hemos llegado... Algunos conocíamos el club y sabíamos cómo funcionaba. Y se han juntado factores que hacen que juguemos bien. Ver que la afición responde en cada partido de Vistalegre es importante.

P. A usted le beneficia su especial relación con Plaza.

R. Le conozco desde hace tiempo. Cuando llegué a Badalona, fue mi entrenador durante tres años. Encontrármelo aquí ha sido bueno para los dos.

P. Aparte su habilidad con el balón, Plaza dice que usted disfruta haciendo mejores a sus compañeros aun sacrificándose, anotando menos puntos.

R. Cada uno tiene que asumir su papel. Cuando estás rodeado de jugadores con tanto talento, tienes que dejar de hacer algunas cosas para hacer otras. Pero esto lo hago yo y lo hace los otros. Te sientes a gusto porque todos los hacen.

P. ¿El secreto de este Madrid? ¿Las rotaciones, la piña...?

R. No creo que haya más secreto que la implicación de todos. Cuando cada cual tiene ganas de hacerlo bien, es capaz de sacrificar algo de su juego en beneficio del equipo y se entrena bien, las cosas salen. Hay momentos buenos y malos. La temporada se valora al final. Pero hasta ahora estamos contentos.

P. Esta vez, con dos bases puros, no como cuando subían el balón Sonko y Bullock. Uno de los cambios radicales.

R. No puedo hablar del curso pasado porque no estaba. La estructura era la que era. Tunceri y yo intentamos ahora hacer el trabajo lo mejor posible. Si ayuda a los demás, mucho mejor.

P. Incluso sacrifica puntos, algo notable en un ex NBA. Entonces, ¿por qué esa fama de malas pulgas?

R. No creo que sacrifique nada. Sacrificar lo veo como algo malo. Yo disfruto cómo estoy jugando en un conjunto en el que todos trabajan. La fama... La que uno tenga no se la pone él.

P. ¿Cambia de ídolos o se mantiene fiel?

R. Cuando eres joven, eres más fácil de impresionar. Siempre voy variando. No tengo uno: primero, Johnson; luego, Jordan, Bird. Más tarde, vi a Iverson e intenté copiar alguna cosa. Pero, sí, Magic Johnson me impactó.

P. ¿Qué elegiría de cada uno?

R. La visión de Stockton, los tiros de Bird, los pases de Johnson... De Jordan, nada. Me quedaría directamente con él. Sería lo más sencillo.

P. El triunfo de España en el Campeonato del Mundo de 2006 lo vio por televisión. El Europeo aguarda en septiembre. ¿Se ha ganado el puesto?

R. Se ha lesionado Jorge [Garbajosa]. Eso va a afectar un poco al equipo. Pero antes estábamos hablando de una selección campeona mundial. No creo que se tuvieran que hacer muchos cambios. A uno siempre le gustaría estar, pero sabiendo que hay gente por delante. Lo normal es que vayan otros. Intento vivir más el día a día. Lo que tenga que pasar pasará.

P. Preguntado por su fascitis plantar, Pau Gasol restó importancia a su dolencia aludiendo al coraje demostrado por usted.

R. No soy un referente ni he hecho nada que no hubiera hecho otra persona en mi situación. He tenido mala suerte, me he lesionado... Pero intentas recuperarte. El problema que tuve es que fueron unas cuantas lesiones y seguidas. Pau ha tenido que hacer lo mismo y seguro que lo ha pasado mal. No es fácil, pero lo asumes. El dramatismo que se le pone desde fuera no es a veces el mismo que vives en el día a día.