Robert amarga el 'estreno' de Sabas

Para una vez que Juanito Sabas puede hacer de primer entrenador en un banquillo de Primera, le toca enfrentarse al equipo en que colgó las botas, el Betis. Todavía en Sevilla existe la peña Juan Sabas. El pequeño ex delantero ocupó el lugar de Abel, sancionado por su expulsión la semana pasada, y vivió un partido que deja a los dos equipos con la misma cara de enfermos. Sobre todo al Levante, que sólo ha sumado dos puntos de los últimos 15. Claro, que más de lo que hace no se le puede pedir. Sabas saludó antes del partido a algún antiguo conocido bético y se preparó para sufrir.

De regr...

Para una vez que Juanito Sabas puede hacer de primer entrenador en un banquillo de Primera, le toca enfrentarse al equipo en que colgó las botas, el Betis. Todavía en Sevilla existe la peña Juan Sabas. El pequeño ex delantero ocupó el lugar de Abel, sancionado por su expulsión la semana pasada, y vivió un partido que deja a los dos equipos con la misma cara de enfermos. Sobre todo al Levante, que sólo ha sumado dos puntos de los últimos 15. Claro, que más de lo que hace no se le puede pedir. Sabas saludó antes del partido a algún antiguo conocido bético y se preparó para sufrir.

De regreso Álvaro al centro de la defensa después de su lesión de hombro, el Levante se sintió más seguro. El brasileño es el futbolista con un rendimiento más alto de la plantilla. De ahí que el equipo esté donde esté, fiado al empuje de un central más que al criterio de sus medios o el acierto de sus goleadores. A base de fuerza más que de fútbol, el Levante alcanzó la meta de Doblas. A veces aparecía Kapo, un chico con tanta clase como indolencia. Y a veces se sumaba Tommasi, un correcaminos de casi 33 años. La jugada acababa siempre en Salva, y ya se sabe que vive del gol. Puesto que lleva cinco jornadas sin marcar, trabajó mucho pero brilló poco. Le alcanzó, eso sí, para golpear un saque de esquina que rozó Descarga casi en la línea de gol. Por fin, el minuto de gloria de un modesto forjado en Segunda y Segunda B. Marcó su primer gol en Primera y no supo cómo celebrarlo.

El partido siguió tan feo como hasta entonces, quebrado a menudo por las faltas y los golpes. Robert recibió tres grapas en la cabeza y volvió al campo como si nada. Hasta el final, más de lo mismo. Toda la rabia la puso el Levante, muy luchador pero poco efectivo. Combinó aceptablemente bien hasta el área bética, y se diluyó luego sin sentenciar. Perdonado, el Betis redobló sus llegadas. Sin mucho criterio ni orden, pero con más claridad. El octavo gol de Robert en la Liga, al aprovechar solo en el área pequeña un rechace de Molina, acabó por amargar la tarde de protagonismo de Juanito Sabas.