Natalie Bodanya, soprano

Natalie Bodanya, la soprano estadounidense que cantó en el Metropolitan Opera de Nueva York en las décadas de los años treinta y cuarenta y después se dedicó a la enseñanza, falleció el domingo 11 de marzo en Santa Bárbara, California. Tenía 98 años.

Natalie Bodanya nació en Manhattan, Nueva York, el 23 de agosto de 1908. Su voz llamó la atención de sus vecinos y de un empleado de la cercana escuela de música Union Settlement, que le facilitó una audición con la legendaria soprano Marcella Sembrich.

Esta cantante quedó tan impresionada que decidió ocuparse de sus estudios y la ay...

Natalie Bodanya, la soprano estadounidense que cantó en el Metropolitan Opera de Nueva York en las décadas de los años treinta y cuarenta y después se dedicó a la enseñanza, falleció el domingo 11 de marzo en Santa Bárbara, California. Tenía 98 años.

Natalie Bodanya nació en Manhattan, Nueva York, el 23 de agosto de 1908. Su voz llamó la atención de sus vecinos y de un empleado de la cercana escuela de música Union Settlement, que le facilitó una audición con la legendaria soprano Marcella Sembrich.

Esta cantante quedó tan impresionada que decidió ocuparse de sus estudios y la ayudó a ingresar en el prestigioso Curtis Institute de Filadelfia. Después de graduarse en este centro, buscó trabajo en Nueva York.

Tras una audición en el Metropolitan Opera ante Edward Johnson le dieron el papel de Micaela en Carmen, e hizo su debut en la primavera de 1936. Cantó en el Metropolitan los siguientes cinco años, encarnando los personajes de Micaela en la Carmen, de Bizet, o de Musetta en La Bohème, de Puccini, así como otros pequeños papeles: la Yniold, de Pelléas et Mélisandre, de Debussy, o un paje en el Parsifal, de Wagner.

Comprometida con los problemas de su tiempo, en 1938 canceló sus compromisos con los teatros de ópera de Venecia y Milán como protesta contra las medidas antisemitas del Gobierno fascista italiano.

Ese mismo año se casó con William Gorman -un profesor de filosofía que más tarde colaboraría con Mortimer J. Adler- y se tomó unos seis años libres para tener a su hijo, Paul, y ocuparse de su educación.

Regresó a los escenarios en el año 1944. En el New York City Opera interpretó de nuevo a Musetta y otros muchos papeles. Actuó también en night clubs, teatros y en la radio. De sus grabaciones cabe resaltar los discos que grabó con Mario Lanza.

Después se retiró a vivir a California donde se dedicó a la docencia.