La cuarta de Mengual

"Estaba casi segura de que volvería, porque estuvo en Japón, en la Copa del Mundo, y, aunque no me lo dijo, la vi con ganas de estar en la piscina y con la rabia de no ser ya la protagonista". Mucho antes de que Virginie Dedieu anunciara su regreso a la competición, hace cuatro meses y tras dos años retirada, Gemma Mengual ya sabía que, una vez más, como en los viejos tiempos, en Melbourne, se vería las caras con la francesa, reina indiscutible del solo hasta 2005, cuando se proclamó bicampeona mundial de Montreal.

Ayer, como entonces, se repitió el duelo, con la rusa Natalia Isc...

"Estaba casi segura de que volvería, porque estuvo en Japón, en la Copa del Mundo, y, aunque no me lo dijo, la vi con ganas de estar en la piscina y con la rabia de no ser ya la protagonista". Mucho antes de que Virginie Dedieu anunciara su regreso a la competición, hace cuatro meses y tras dos años retirada, Gemma Mengual ya sabía que, una vez más, como en los viejos tiempos, en Melbourne, se vería las caras con la francesa, reina indiscutible del solo hasta 2005, cuando se proclamó bicampeona mundial de Montreal.

Ayer, como entonces, se repitió el duelo, con la rusa Natalia Ischenko de por medio, y el resultado fue idéntico: Dedieu, que no nadará más pruebas, logró su tercera corona mundial (99,500); Ischenko, la plata (98,500); y Mengual, el bronce (98). No fue una sorpresa para nadie. Dedieu tiene 27 años y mucho talento aún por dar. Siempre que encuentre una motivación. La misma que le faltaba cuando se retiró hace dos años, cansada de imponerse con su aplastante superioridad: en Montreal, obtuvo su segundo título mundial con siete dieces. Tenía suficiente. Nadie le hacía sombra a la reina indiscutible, a la Nadia Comaneci de la natación sincronizada.

Los dos años de ausencia le sirvieron a Mengual para escalar un peldaño como solista, a la caza de las rusas -en el pasado Europeo de Budapest, conquistó la plata-, mientras Dedieu buscaba ocupación en España. Hacía tiempo que le gustaba el trabajo que realizaban las españolas y quería formar parte del grupo que, como ella, más prima el aspecto artístico de las coreografías.

Así que se ofreció como colaboradora a Anna Tarrés, la seleccionadora española, que escuchó sus propuestas, consideró la opción y decidió que aún no había llegado el tiempo para que Dedieu integrara el grupo. "Ha vuelto porque aún tiene algo que dar a la competición. Y eso siempre es positivo, aunque suponga quitarle una plaza a Gemma", dice la seleccionadora.

"Cuando confirmó su regreso, la odié", admite Mengual; "pero después pensé que quizá yo habría hecho lo mismo en su situación y que, en cualquier caso, mi reto es muy diferente: yo lucho por seis medallas, ella por una", concluye la nadadora catalana, que ahora deberá sobreponerse al cansancio -ayer, tras el solo, dio muestras evidentes- para proseguir su reto: tras conquistar su cuarta medalla consecutiva e igualar su marca de Montreal, Mengual luchará hoy por el quinto metal en el dúo libre junto a Paola Tirados.