Necrológica:

Nicole stéphane, actriz y productora de cine

Trabajó con Melville, Cocteau y Rappeneau y produjo el documental 'Mourir à Madrid', de Frédéric Rossif

Sólo los muy cinéfilos identifican a Nicole Stéphane y recuerdan su espesa cabellera rubia en Les enfants terribles (1959), de Jean Cocteau y Jean-Pierre Melville. No saben que Nicole Stéphane -que en realidad se llamaba Nicole de Rothschild y había nacido en París en 1923- es un personaje importante dentro de la historia de su país y muy vinculado a la historia de España.

Su madre había creado un centro de acogida para los refugiados republicanos españoles tras la Guerra Civil y ella, que en el momento de la ocupación alemana intentó desde un primer momento sumarse a las fuerzas...

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Sólo los muy cinéfilos identifican a Nicole Stéphane y recuerdan su espesa cabellera rubia en Les enfants terribles (1959), de Jean Cocteau y Jean-Pierre Melville. No saben que Nicole Stéphane -que en realidad se llamaba Nicole de Rothschild y había nacido en París en 1923- es un personaje importante dentro de la historia de su país y muy vinculado a la historia de España.

Su madre había creado un centro de acogida para los refugiados republicanos españoles tras la Guerra Civil y ella, que en el momento de la ocupación alemana intentó desde un primer momento sumarse a las fuerzas del que entonces era un general rebelde, Charles de Gaulle, fue hecha prisionera en España en 1942. Al final pudo llegar a Londres, donde utilizaron su conocimiento de distintos idiomas para transformarla en agente infiltrado en la Alemania nazi. Al riesgo de su misión de espía se añadía el de sus orígenes judíos.

Su primera película como actriz es Le silence de la mer (1948), de Melville, donde encarna a una joven que se ve obligada a acoger en su casa a unos oficiales alemanes. A lo largo de la cinta pronuncia una sola palabra -"adiós"- cuando por fin los ocupantes se retiran.

Muy pronto quiso dirigir o producir, y ayudó a poner en pie proyectos de Georges Franju como Madame Curie (1953). También realizó cortometrajes sobre la creación del Estado de Israel y otros temas de actualidad. En 1962 produjo Mourir à Madrid, el mítico documental de Frédéric Rossif que provocó la cólera de las autoridades franquistas, que, a pesar de haber prohibido el estreno del filme en España, producirán, con Mariano Ozores como director, una película -Morir en España (1964)- que a la obscenidad de sus argumentos añade la de ser una réplica de un contradictor silenciado.

Superviviente de un grave accidente de automóvil, Nicole Stéphane tuvo una carrera de productora esporádica pero centrada en grandes proyectos. La Vie de château (1965) es una maravillosa y elegante comedia que transcurre durante la ocupación alemana de Francia y que significa el debut como director de Jean-Paul Rappeneau.

En 1969 hizo posible que Marguerite Duras dirigiera Détruire dit-elle, y durante años, poseedora de los derechos de adaptación a la pantalla de Marcel Proust, intenta convencer a Visconti, Truffaut, Rivette o Resnais para que lleven a la pantalla A la recherche du temps perdu. Al final será el director Volker Schlondorff quien materializará el sueño, pero de manera un tanto académica, como mera ilustración aplicada.

El espíritu rebelde de Nicole Stéphane queda mejor retratado en su voluntad de producir proyectos minoritarios y arriesgados, como el documental, que ella misma dirigió, sobre el trabajo de puesta en escena teatral de la escritora Susan Sontag como directora de Esperando a Godot en Sarajevo, trabajo efectuado en 1993 que sitúa el drama de Samuel Beckett en pleno asedio de Sarajevo. Deja además como testimonio inédito una serie de largas entrevistas sobre su vida realizadas por Hélène Delprat.

Nicole Stéphane.AFP

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