Una goleada de líder

El Barça dio anoche el paso que ansiaba desde hacía mucho tiempo. Los azulgrana rescataron en el Nuevo Colombino algunas de las esencias que le identificaron los dos últimos años como un equipo campeón: el toque, la eficacia ante puerta y una victoria de impacto a domicilio, en este caso en el campo del Recreativo, uno de los conjuntos que mejor fútbol despliegan en esta Liga. El Barça, que no ganaba fuera desde hacía cuatro meses, dio el golpe que necesitaba con tres goles antes del descanso, dos de ellos de Eto'o y uno de Zambrotta tras una maravillosa jugada colectiva. Los azulgrana cerraro...

El Barça dio anoche el paso que ansiaba desde hacía mucho tiempo. Los azulgrana rescataron en el Nuevo Colombino algunas de las esencias que le identificaron los dos últimos años como un equipo campeón: el toque, la eficacia ante puerta y una victoria de impacto a domicilio, en este caso en el campo del Recreativo, uno de los conjuntos que mejor fútbol despliegan en esta Liga. El Barça, que no ganaba fuera desde hacía cuatro meses, dio el golpe que necesitaba con tres goles antes del descanso, dos de ellos de Eto'o y uno de Zambrotta tras una maravillosa jugada colectiva. Los azulgrana cerraron el partido con un cuarto gol de Messi y confirmaron el liderato ante la resignación del Recreativo, que nunca le perdió la cara al encuentro y no. Ni tampoco su afición que no dejó de animarle hasta el final.

Eto'o, que marcó dos goles, dirigió un partido especialmente cómodo para los barcelonistas

Los cracks azulgrana empiezan a chutar: Messi resurgió a lo grande ante el Madrid y Eto'o empieza a estar rodado y eso ya se nota. Y, además, el partido se le puso muy pronto de cara al Barça. Los azulgrana, que regresaron a su sistema tradicional del 4-4-3 para evitar sobresaltos con la defensa de tres, empezaron con un largo rondo sin mayor oposición del Recreativo, espoleado por una grada entregada pintada de azul y blanco. Pero un doble robo de balón acabó al final a los pies de Eto'o que vio a López Vallejo adelantado y probó el chut desde más de 25 metros. La pelota acabó en la red para regocijo del camerunés, que bailó de alegría. El gol dio una enorme dosis de confianza al Barça y descolocó al Recreativo, que no estaba preparado para un mazazo a las primeras de cambio.

Bien plantado en el campo, con un dibujo que firmaría un delineante y basculando como un acordeón, el Recreativo se sobrepuso del golpe cerrando bien atrás, sin dejar apenas huecos e intentando sorprender a Valdés. A Xavi e Iniesta les costaba sobrepasar el armonioso centro del campo blanquiazul y a Deco, más puesto que otros días, le quedó el recurso de los pases largos. Merino apenas dejó a hacer a Ronaldinho un taconazo y Messi a veces pareció una isla en la banda. Pero, pese a todo eso, el Barça tampoco perdió el norte, escarmentado ya de su última derrota en Sevilla donde había empezado ganando.

El Recreativo entonces apretó y le metió el susto en el cuerpo al Barça cuando en apenas un minuto encadenó tres ocasiones de gol. Tuvo el empate en tres remates pero ni el acierto ni la fortuna le acompañaron. Tras un fallo de la zaga azulgrana, Barber se quedó en el área y debió asustarse al verse tan solo porque no acertó a rematar. Valdés después puso una mano a un tiro de Juanma y Jesús Vázquez acertó a enviar un balón a la raíz del poste.

Y fue justo después cuando el Barça, que empezaba a merodear con pases interiores el área de López Vallejo, hizo una jugada para el vídeo. Valdés sacó y los azulgrana se pasaron el balón en su campo durante 30 segundos. Los últimos 12 ya fueron en el campo del Recreativo hasta que Deco pasó a Zambrotta para que éste, por alto, pasara el balón sobre la cabeza de López Vallejo marcando seguramente uno de los goles más bellos de su vida. El gol, precedido de 30 toques, casi al filo del descanso rubricaba casi la victoria del Barça pero Eto'o la acabó de firmar un minuto después tras empalmar desde la banda un centro pasado que le metió Sylvinho.

Liderado por Uche, el Recreativo intentó maquillar el marcador en la segunda parte pero se estrelló siempre ante un excelente Valdés. El Barça no pisó el acelerador pero le alcanzó para que Messi marcara el cuarto tanto y firmara un resultado para dar miedo y para decir que ha vuelto. Para entonces, Ronaldinho ya no estaba en el campo, sustituido por Gudjhonsen. La actuación del brasileño fue especialmente discreta en un partido pintado para divertirse. Al gatillazo del Valencia, respondió el Barcelona con una victoria terapeútica, y más después que el clásico hubiera dejado muchas dudas.