Fútbol | Liga de Campeones: vuelta de los octavos de final

El PSV elimina al Arsenal, el subcampeón de la 'Champions'

Ronald Koeman sigue causando estragos en Inglaterra. Si la temporada pasada, a los mandos del Benfica, sorprendió al Manchester en su propio feudo -después le eliminaría el Barça-, anoche apeó de la Champions al subcampeón, el Arsenal (1-1). Lo hizo a los mandos del PSV Eindhoven, que se metió en la cueva, aguantó el chaparrón de juego de los gunners y sacó petróleo en las escasas oportunidades que buscó las cosquillas de Lehmann.

Todo un varapalo para el cuadro de Arsène Wenger, que se adelantó con un gol en propia puerta de Alex mediado el segundo tiempo. Poco después, e...

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Ronald Koeman sigue causando estragos en Inglaterra. Si la temporada pasada, a los mandos del Benfica, sorprendió al Manchester en su propio feudo -después le eliminaría el Barça-, anoche apeó de la Champions al subcampeón, el Arsenal (1-1). Lo hizo a los mandos del PSV Eindhoven, que se metió en la cueva, aguantó el chaparrón de juego de los gunners y sacó petróleo en las escasas oportunidades que buscó las cosquillas de Lehmann.

Todo un varapalo para el cuadro de Arsène Wenger, que se adelantó con un gol en propia puerta de Alex mediado el segundo tiempo. Poco después, el defensa del club holandés resolvió de la misma guisa el roto que había provocado. El Arsenal, pese a contar durante 20 minutos con los servicios de Henry, un pelín falto de rodaje por una lesión que arrastró en los últimos 15 días, pese al vendaval de juego que cercó los dominios de Gomes, el portero del PSV, perdió su primer partido en el Emirates Stadium. También le pudo el peso de la historia, que dice que el equipo inglés no remonta una eliminatoria desde 1978.

Más felices se mostraron al norte de Londres. Precisamente en Manchester, donde Larsson se despidió como acostumbra, con el único gol que se vio en Old Trafford. Hasta el acierto del pistolero sueco, que disputó su último partido oficial con los diablos rojos, Alex Ferguson no había apuntillado el emparejamiento contra el Lille. Eso sí, salvo algún susto de Keita, el Manchester no pasó grandes apuros. Al revés que el Milan, que sudó tinta china para superar al Celtic. La escuadra de Ancelotti tardó 183 minutos en batir la meta del grupo escocés, que planteó un duelo físico y trabado. Hasta el gol de Kaká le dio resultado.

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