Necrológica:

Celia Franca, bailarina y coreógrafa

La bailarina británica Celia Franca, fundadora del National Ballet of Canada, murió el 19 de febrero en Ottawa a los 85 años.

Nació en Londres el 25 de junio de 1921 en una familia de origen italiano y estudió en la Guildhall School of Music y en la Royal Academy of Dance con Antony Tudor y con el polaco Stanislaus Idzikovski, que venía de los Ballets Russes de Diaghilev. Debutó en el Ballet Rambert en 1937 y formó parte de la plantilla original de Sadler's Wells Ballets entre 1941 y 1946, donde realizó papeles protagonistas como en Hamlet de Robert Helpmann en 1942. Su papel de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La bailarina británica Celia Franca, fundadora del National Ballet of Canada, murió el 19 de febrero en Ottawa a los 85 años.

Nació en Londres el 25 de junio de 1921 en una familia de origen italiano y estudió en la Guildhall School of Music y en la Royal Academy of Dance con Antony Tudor y con el polaco Stanislaus Idzikovski, que venía de los Ballets Russes de Diaghilev. Debutó en el Ballet Rambert en 1937 y formó parte de la plantilla original de Sadler's Wells Ballets entre 1941 y 1946, donde realizó papeles protagonistas como en Hamlet de Robert Helpmann en 1942. Su papel de la prostituta en el ballet Miracle in the gorbals le mereció elogios de Haskell y de Beaumont, los grandes críticos de la época. Viajó a Estados Unidos y actuó en el Metropolitan Ballet de Nueva York entre 1948 y 1950, año en el que regresó a Londres.

En 1946 hizo su primera coreografía, Khadra, sobre música de Sibelius, y en 1946, Bailemos, sobre Massenet, ambas bien acogidas por la crítica. Entre 1950 y 1951 trabajó en Canadá, un país casi virgen para el ballet, y fundó el National Ballet of Canada, donde dirigió y bailó como prima ballerina hasta 1959, en que se retiró de la escena y se quedó como directora artística hasta 1974. Allí coreografía, entre otras obras, Cascanueces (1964) y La Cenicienta (1968). Entre otras bailarinas nativas formó a Karen Kain, actual directora artística que bailó muchas veces con Rudolf Nureyev. Cuando ya tenía su compañía estabilizada, tras muchos esfuerzos, invitó a Antony Tudor, al joven John Crankor, a Erik Bruhn y a Nureyev.

Cuando se retiró en 1974 del NBC fundó su escuela en Ottawa, a la que se mantuvo vinculada hasta su muerte. Bailarina de gusto exquisito y técnica depurada, era recordada por su refinamiento y musicalidad en los papeles románticos.

Archivado En