Crónica:Fútbol | 25ª jornada de Liga

El Recreativo saca pecho

El toque de Cazorla y la velocidad de Uche derrumban a un Atlético que tardó en reaccionar

Este Recreativo tan guapo se merece todos los piropos de la Liga. Ha llegado el tramo final del campeonato y resulta que el equipo modesto y recién ascendido, un grupo entrenado por un tal Marcelino, suma los mismos puntos que el mejor Atlético de los últimos años. Y que por tanto se apunta a la lista de los que quieren viajar por Europa el próximo curso. Lo meritorio es que lo hace a partir de un juego aseado, nacido de gente como Cazorla. Así desmontó ayer a un rival al que siempre habló de tú a tú.

El Atlético se presentó muy chulo, con una defensa adelantada y Leo Franco poco cobija...

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Este Recreativo tan guapo se merece todos los piropos de la Liga. Ha llegado el tramo final del campeonato y resulta que el equipo modesto y recién ascendido, un grupo entrenado por un tal Marcelino, suma los mismos puntos que el mejor Atlético de los últimos años. Y que por tanto se apunta a la lista de los que quieren viajar por Europa el próximo curso. Lo meritorio es que lo hace a partir de un juego aseado, nacido de gente como Cazorla. Así desmontó ayer a un rival al que siempre habló de tú a tú.

El Atlético se presentó muy chulo, con una defensa adelantada y Leo Franco poco cobijado. Pero pronto el equipo rojiblanco descubrió los inconvenientes de su valentía. Convertidos los dos pivotes portugueses, Costinha y Maniche, en dos flanes andantes, el Recreativo desnudó al Atlético tan pronto recuperaba el balón en el círculo central. Barber y Jesús Vazquez apretaron a los medios de Aguirre y dispararon en línea recta a Sinama y Uche, dos trenes de alta velocidad. De ahí que Perea debiera multiplicarse al corte en los balones hacia los dos goleadores. Claro que, mientras el central vigilaba a uno, el otro se le escurría como una anguila por la espalda. Atados en corto por el colombiano, Sinama y Uche hurgaron en el punto débil de la defensa atlética: Zé Castro, mucho más lento y vulnerable.

RECREATIVO 1 - ATLÉTICO DE MADRID 0

Recreativo: López Vallejo; Merino, Mario, Arzo, Bautista; Juanma (Aitor, m. 55), Barber (Viqueira, m. 67), Jesús Vázquez, Cazorla; Uche y Sinama-Pongolle (Javi Guerrero, m. 32). No utilizados: Laquait; Pablo Amo, Edu Moya y Bouzón.

Atlético de Madrid: Leo Franco; Seitaridis (Valera, m. 78), Zé Castro, Perea (Gabi, m. 46), Pernía (Mista, m. 60); Jurado, Costinha, Maniche, Antonio López; Agüero y Torres. No utilizados: Cuéllar; Pablo, Galletti, Gabi y Jacobo.

Gol: 1-0. M. 10. Sinama, de penalti cometido por Zé Castro sobre Uche.

Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Zé Castro, Jesús Vázquez, Gabi y López Vallejo. Expulsó con roja directa a Costinha (m. 92).

Unos 18.000 espectadores en el Nuevo Colombino de Huelva.

Uche hizo trizas al pobre central. Cada vez que lo encaró, lo dejó clavado en el césped como un poste. Hasta que el defensa acabó atizándole un rodillazo dentro del área que el árbitro castigó con penalti. Su compañero de travesuras, Sinama, lo ajustó al palo derecho e hizo inútil la intuición de Leo Franco, que estiró sus trencitas en la dirección correcta, pero sin éxito. Habían pasado 10 minutos, Torres no había tocado el balón y el Atlético no se enteraba de qué iba la película. El Recre, cómo no, estaba de lo más a gusto. Por algo es el equipo de la Liga con más goles al contragolpe. Mérito de sus locomotoras en ataque, por supuesto.

El Atlético percutió por la derecha, donde Jurado reclamó el protagonismo que escurrieron Maniche y Costinha. El pequeño centrocampista abandonó a menudo la banda para hilvanar algo de fútbol y acercarse a López Vallejo, que vivió una primera parte de lo más plácida. Sólo hubo de estirarse en un disparo lejano de Jurado. Agüero fue su único socio en el primer tramo. Silbado por la grada cada vez que tocaba el balón por su gol con la mano en el Manzanares, en el partido de la primera vuelta, al Kun le dio por responder a los pitos con gambeteos. Casi siempre en horizontal, como el resto de su equipo, en una propuesta muy poco efectiva. Mientras el Recreativo se movía en vertical, directo a la portería, el Atlético no hacía otra cosa que dar rodeos en tierra de nadie.

Ni siquiera se enteró el Atlético de qué no debía hacer, dejar que Uche se situara en la pista de salida. Volvió a abrise un hueco, esta vez más escorado a la derecha, y volvió a ganarse un penalti, cometido por el inocente Seitaridis, que pensó que el árbitro no se atrevería a señalar otra pena máxima y arrolló al delantero. Sinama repitió el gesto del primer gol, pero elevó demasiado el balón.

El partido se jugaba a dos velocidades. En la zona de ataque del Atlético, a medio gas. En el césped pisado por el Recreativo, a ritmo de vértigo. Más que un duelo futbolístico, Sinama y Perea se retaron en una carrera de atletismo. Y convirtieron la banda en la recta de los 60 metros lisos. Tanto se esforzaron que los dos acabaron lesionados en un sprint por el balón. Uno se lastimó la rodilla, el otro se dobló el tobillo. Pese a perder a su mejor jugador (Perea), el Atlético respiró con el parte de bajas. Ausente Sinama, el Recre bajó de revoluciones y cambió los envíos largos por el juego más pausado de Cazorla, un maestro en la elaboración y en los pases entre líneas, de los que anoche dio una lección. También del regate, como comprobó Seitaridis, burlado en la esquina del córner. El mejor fútbol del encuentro salió de sus botas y de las de Jurado. Dos futbolistas cortados por el mismo patrón, por cierto.

Pernía volvió a Huelva, su primer equipo en España, allá por 2003, cuando el Recre merodeaba por Segunda. ¡Pero cómo ha cambiado este equipo!, debió de pensar el lateral, rebasado una y otra vez por camisetas blanquiazules. Aguirre acabó por mandarle a la ducha a la hora de partido. Y apostó entonces por juntar a tres delanteros con la entrada de Mista. Antes había refrescado el juego rojiblanco con Gabi, mucho más clarividente con el balón que sus colegas portugueses. Costinha, sin ir más lejos, acabó incrustado como central. Con Gabi al mando, el Atlético mejoró su propuesta y estiró las líneas. Agüero y Torres abrieron el campo y dispusieron de varias llegadas ante López Vallejo, tumbado a la bartola en la primera parte y acorralado en la segunda en su área pequeña. Perdió el balón el equipo de Marcelino y entonces pareció un equipo del montón, sólo dedicado a defender y probar suerte a la contra. Y a arañar tiempo en las faltas. Era un espejismo: cuando Cazorla cogía el balón quedaba claro que el Recre es cualquier cosa menos un conjunto vulgar. Que se lo digan al Atlético, desquiciado hasta el punto de acabar con un jugador menos por la expulsión de Costinha y por su mala suerte. Torres envió un balón al larguero en el descuento y acabó tendido en el césped, agarrándose de los pelos. El modesto Recre les ha dado caza en la Liga.

Sinama-Pongolle disfruta de su gol.EFE

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