Reportaje:Fútbol | 23ª jornada de Liga

"Los jugadores hacen al entrenador"

Luis Fernández devuelve el pulso al Betis con un carrusel de alineaciones diferentes

El entrenador del Betis, Luis Fernández (Tarifa, 1959), que hoy se enfrentará al Madrid en el Bernabéu, es sin duda uno de los profesionales más famosos del fútbol español y europeo y una persona completamente distinta de lo que la gente se espera. Su llegada al club verdiblanco tras la renuncia de Javier Irureta en diciembre se tradujo en un revolcón para el trabajo del equipo, los resultados y hasta para el sentimiento de los aficionados. La plantilla vive como si estuviera agarrada un cable eléctrico, el equipo ha salido de los puestos de descenso en la Liga y se juega el próximo día 28 el ...

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El entrenador del Betis, Luis Fernández (Tarifa, 1959), que hoy se enfrentará al Madrid en el Bernabéu, es sin duda uno de los profesionales más famosos del fútbol español y europeo y una persona completamente distinta de lo que la gente se espera. Su llegada al club verdiblanco tras la renuncia de Javier Irureta en diciembre se tradujo en un revolcón para el trabajo del equipo, los resultados y hasta para el sentimiento de los aficionados. La plantilla vive como si estuviera agarrada un cable eléctrico, el equipo ha salido de los puestos de descenso en la Liga y se juega el próximo día 28 el pase a semifinales de la Copa en su estadio y con su enemigo por antonomasia: el Sevilla. Vamos, que ha armado el taco.

"Si no encontré equipo tras el Espanyol fue porque otros tenían mejores voceros"
"La fortaleza del Madrid quedó demostrada con la vuelta de Beckham"

En conversación, Fernández se parece más al desafiante jugador que fue que al paternal líder que se percibe desde la baranda del campo de entrenamiento. "Un entrenador de hoy tiene que funcionar según el fútbol de hoy. Ahora hay mucho más business, las expectativas de los jugadores son diferentes... Algunos entrenadores se olvidan que un futbolista necesita sentirse futbolista y que si está en la plantilla es porque se quiere que esté y que tiene derecho a saber que va a tener oportunidades".

Uno de los evidentes éxitos en su aún breve gestión de la plantilla verdiblanca ha sido lograr que todos se peleen por jugar. "Cuando llegué, había jugadores que no se sentían ni parte del equipo y todos tienen que creerse al grupo, saber que en cualquier momento, ya sea en la Copa o en la Liga, van a tener que pelear por el club".

Con la idea clara, el método elegido causa cuando menos sorpresa. En sus primeros cuatro partidos como entrenador bético utilizó hasta a 24 futbolistas. Se llevó a dos jugadores del Betis B, en Tercera, para disputar el finalmente victorioso partido de vuelta de octavos de Copa en el Bernabéu y los tres fichajes de invierno debutaron apenas horas después de llegar a la ciudad. Pero él se sorprende de que esto sorprenda. "Soy de los que piensan que los jugadores son los que hacen a un entrenador, son los jugadores los que dan una determinada imagen, son los jugadores los que hacen el trabajo en el campo. Si se analizan todas las alineaciones de mis equipos en una temporada, seguramente se verá que hay una docena de futbolistas que han jugado más que los otros, pero mi obligación es que todos sepan que pueden salir al campo en cualquier partido, en cualquier momento y en cualquier competición".

El hispano francés tiene claro que va a intentar mantener el estado de excitación colectiva de futbolistas y forofos hasta donde pueda. Así, parece que busca excusas para rechazar cualquier sugerencia hacia la sedimentación lógica de sus alineaciones en un conjunto más o menos tipo y con un estilo mayor o menormente reconocible. "Mis reflexiones por el momento no pueden pasar de lo inmediato. Tengo muchos jugadores lesionados que irán llegando poco a poco y algunos que no lo harán en toda la temporada... Estoy contento con lo que tengo, que además me ha demostrado que puede sacar las cosas adelante, pero aún no puedo pensar más allá".

El contrincante al que se enfrenta esta noche fue precisamente el que más contribuyó a la recuperación anímica verdiblanca. Su reflexión sobre el empate a un gol que supuso la eliminación del Madrid de la Copa es menos encendida u oportunista de lo que se podría esperar. "El partido de Copa contra el Madrid es uno de esos que bueno... el equipo lo resolvió. El Madrid tuvo la oportunidad de habernos eliminado, pero el equipo supo defender bien y salir cuando tenía que salir y bueno, pues cuando todo el mundo se pensaba que nos quedaríamos fuera de la competición resulta que nos quedamos dentro". Casi como si él no hubiera tenido nada que ver en el asunto.

Sobre el enfrentamiento de esta noche, Fernández muestra sus dos caras. El líder de los béticos bromea: "Estoy pensando en qué minuto vamos a marcar el gol del empate o de la victoria. Me gustaría marcar en el minuto 92 el 1-0, para estar tranquilos, o un empate". El entrenador de hoy tira de un análisis más realista. "La fortaleza de su plantilla quedó perfectamente demostrada con la vuelta de Beckham en la pasada jornada. Los jugadores de los que disponen o pueden disponer si lo quieren son todos de una categoría excepcional. Si tiene el día te pueden hacer mucho daño, eso no se puede olvidar. Pero nosotros tampoco podemos dejar de recordar que ya hemos logrado cosas contra ellos. Nunca se sabe".

Su imagen pública fue terreno propicio para explicaciones alocadas sobre raíces y afectos en su fichaje por el Betis. Pero Fernández coloca en primer lugar el regreso al fútbol español, por el que se siente incluso maltratado. "La hipocresía es mucha. Estoy convencido de que si yo no encontré equipo en España tras mi paso por el Espanyol fue porque otros tenían mejores agarraderas, mejores voceros".

Luis Fernández.PÉREZ CABO

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