Vecinos providenciales

"Tiré la puerta de un empujón con el hombro. Dentro había un hombre durmiendo rodeado de humo y con las llamas a sus pies. Se despertó y salió corriendo". Es el relato de la salvadora acción que en la madrugada de ayer protagonizó Rachid Ben Elmrroud, junto a su hermano Habid, dos inmigrantes marroquíes afincados en Elda, elevados a la categoría de héroes por sus convecinos. La decidida actuación de ambos inmigrantes salvó de las llamas a un joven de 24 años, que dormía en el tercer piso del inmueble 122 de la calle Vicente Blasco Ibáñez. Su providencial intervención, no obstante, no fue sufi...

"Tiré la puerta de un empujón con el hombro. Dentro había un hombre durmiendo rodeado de humo y con las llamas a sus pies. Se despertó y salió corriendo". Es el relato de la salvadora acción que en la madrugada de ayer protagonizó Rachid Ben Elmrroud, junto a su hermano Habid, dos inmigrantes marroquíes afincados en Elda, elevados a la categoría de héroes por sus convecinos. La decidida actuación de ambos inmigrantes salvó de las llamas a un joven de 24 años, que dormía en el tercer piso del inmueble 122 de la calle Vicente Blasco Ibáñez. Su providencial intervención, no obstante, no fue suficiente para que una segunda persona que había en la vivienda, un hombre de 55 años, padre del joven rescatado del siniestro, falleciera.

"En la calle, no dijo que en la casa estaba su padre, pero no pudimos hacer nada"

"El fuego comenzó sobre las 5 de la mañana. Yo, alertado por gritos de mis hermanos, salí corriendo porque pensé que el fuego era en el piso de mi familia [sito debajo de la casa incendiada]", explica Rachid, que habita un piso en otra escalera del inmueble. "Primero sacamos a nuestros hermanos. Luego le comenté a Habid si había alguien en el piso incendiado. Me dijo que sí. Subí y tire la puerta a empujones", añade este joven marroquí de 23 años. Su hermano Habid ratifica punto por punto el relato de su hermano. "Logramos que uno de los vecinos salvara la vida, pero no sabíamos que había otra persona. Aunque no hubiéramos podido hacer nada, porque cuando se abrió la puerta las llamas ya estaban en el salón", puntualiza Habid, de 28 años. "Cuando estábamos en la calle, fue cuando el joven nos comentó que su padre estaba dentro de la casa del fuego", añadió.

Tras sofocar el fuego, los bomberos hallaron el cadáver del hombre en una de las habitaciones del interior de la casa, donde precisamente, por causas desconocidas, comenzó el incendio.

Rachid y Habid llegaron a Elda con el resto de su familia (sus padres y tres hermanos más) hace dos años, procedentes de la ciudad marroquí de Casablanca. Aquí regentan dos locutorios y una carnicería.

Rachid y Habid, aparte de recibir las felicitaciones de los vecinos más allegados, también vivieron su particular momento de gloria fruto de la expectación que su hazaña despertó entre los medios de comunicación. "Apenas nos han dejado trabajar en toda la mañana, pero nos haremos algo famosos", dijo el mayor de los hermanos.

Rachid y Habid, así como el resto de vecinos del inmueble, apenas hicieron comentarios sobre el hombre fallecido y su hijo. "Vivían aquí desde al menos hace dos años. Ni el padre ni el hijo trabajaban", subrayó Habid. Otros vecinos tampoco fueron más locuaces: "Sólo sé que nos han pegado un susto de muerte y me han destrozado el piso", comentó una vecina.

Tras narrar pacientemente a la lluvia de periodista su acción, los héroes de la pasada madrugada en Elda se dispusieron a atender sus negocios. "No hemos hablado con el joven que ha salido ileso, y por tanto tampoco nos ha dado las gracias, pero es comprensible, dado el estado de nerviosismo en el que se encontraba", argumentó Rachid.

El fuego arrasó prácticamente el piso, pero no afectó a la estructura del inmueble. Los bomberos y la Policía Local tras extinguir totalmente las llamas y revisar la seguridad del edificio autorizaron la vuelta a sus casas del resto de inquilinos del bloque.