Scola vuelve al escaparate de la NBA

El Tau despliega su arsenal de recursos y abruma al Caja San Fernando

Al Tau le encanta jugar en plan apisonadora. Abruma a base de recursos. A Perasovic le va el juego coral. Dispone de un montón de cartas en la manga. Las echa sobre la mesa como quien canta las cuarenta. Se pasa el partido añadiendo más leña al fuego.No da respiro. Al Caja San Fernando le vino grande el partido. Fue un aluvión el que se le vino encima desde el minuto uno. Se batió con entereza, sin desmayo. Pero, en el tipo de juego que le encorsetó el Tau, apenas logró algún respiro.

El Tau atacó el interior de la zona mirando de reojo a sus jugadores exteriores. Cuando la defensa del ...

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Al Tau le encanta jugar en plan apisonadora. Abruma a base de recursos. A Perasovic le va el juego coral. Dispone de un montón de cartas en la manga. Las echa sobre la mesa como quien canta las cuarenta. Se pasa el partido añadiendo más leña al fuego.No da respiro. Al Caja San Fernando le vino grande el partido. Fue un aluvión el que se le vino encima desde el minuto uno. Se batió con entereza, sin desmayo. Pero, en el tipo de juego que le encorsetó el Tau, apenas logró algún respiro.

El Tau atacó el interior de la zona mirando de reojo a sus jugadores exteriores. Cuando la defensa del Caja San Fernando lograba nublar sus ataques, Scola, Peker o Splitter tenían una consigna: abrir el balón al exterior para proporcionar munición a sus hombres pequeños. El acierto desde la línea de tres de Rakocevic, Erdogan y también Vidal y Prigioni abrió pronto diferencias (20-11) que obligaron al equipo sevillano a dar vueltas y más vueltas al asunto, a ir a remolque.

Lo máximo que logró el equipo sevillano fue acercarse a seis puntos en un par de ocasiones

Manel Comas recurrió a una zona 1-3-1 en la defensa y a intermitentes presiones en toda la cancha. Pero ni por ésas. Sus jugadores perdían más balones de los que recuperaban. Y no veían aro desde el exterior. De esa forma era imposible hacerle cosquillas al Tau. Cada vez que se estrechaba la ventaja, el Tau respondía con una contundencia disuasoria. Price y Alexander se quedaron muy solos y cortos al mando de las operaciones del Caja San Fernando. Y eso que Marco estuvo a tono. Pero se echó en falta más consistencia y continuidad en el resto del equipo. Lo máximo que logró el Caja fue acercarse a seis puntos en un par de ocasiones, 46-40 la última, pero el Tau estuvo muchos enteros por encima (38-23 y 60-46) y no se permitió ofrecer siquiera la menor sensación de debilidad.No se percibió en ningún momento la sospecha de que pudiera resquebrajarse y entrar en crisis.

Scola se marcó un encuentro espléndido que permitió que el resto de los pívots del Tau se dedicaran a tareas más grises, mientras que Rakocevic y Erdogan las enchufaban desde fuera. El argentino concluyó con números que debió deconsignar con los ojos bien abiertos la treintena larga de ojeadores de la NBA, incluido el presidente de operaciones de los Grizzlies de Memphis, Jerry West: concluyó con 23 puntos, 7 rebotes, 3 recuperaciones y 8 faltas recibidas. Una hoja de servicios superlativa frente a las torres del Caja, que apenas lograron darle réplica, muy apagado Alexander en ataque e igualmente poco intimidadores Fermerling, Bueno y Tskitishvili.

Manel Comas trató de revolucionar el último cuarto y situó a Price de escolta. En vano. El Caja apenas atisbó una luz al final del túnel cuando Marco anotó su último triple (76-69) faltando tres minutos para el final. Pero el Tau, una vez más, replicó con una desenvoltura demoledora. El equipo vasco se llevó el partido de la forma que le gusta, por asfixia, y eso que Perasovic no debió de quedarse satisfecho con las bajas prestaciones de House, Arslan y Peker y seguro que espera más de Splitter o Erdogan. Tiene mucha tela que cortar, pero ante el Caja San Fernando le sobró.

Scola levanta el brazo ante Alexander.JULIÁN ROJAS

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