Fútbol | 20ª jornada de Liga

Humillado Joaquín

Tal vez por huir de la demagogia, el técnico del Valencia, Quique Flores, se negó a dar entrada hasta el último instante a Joaquín, convertido en un reserva de lujo en su regreso a casa. El chico, nervioso mientras se calentaba, esperaba que alguien le dijera que había llegado su turno. Pero nada. Se lo llevaban los demonios mientras veía que primero entraba Morientes y después Baraja. Lo que supuso, para mayor humillación, que Silva, zurdo cerrado, ocupara el extremo derecho. Luis Fernández supo refrescar a su equipo durante el encuentro. Quique, no.

Joaquín, de 25 años, entró a falta ...

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Tal vez por huir de la demagogia, el técnico del Valencia, Quique Flores, se negó a dar entrada hasta el último instante a Joaquín, convertido en un reserva de lujo en su regreso a casa. El chico, nervioso mientras se calentaba, esperaba que alguien le dijera que había llegado su turno. Pero nada. Se lo llevaban los demonios mientras veía que primero entraba Morientes y después Baraja. Lo que supuso, para mayor humillación, que Silva, zurdo cerrado, ocupara el extremo derecho. Luis Fernández supo refrescar a su equipo durante el encuentro. Quique, no.

Joaquín, de 25 años, entró a falta de diez minutos y fue recibido con más aplausos que pitos. Pero la tristeza de sus ojos expresaba cómo se sentía: ninguneado por su entrenador, al que le había suplicado jugar más minutos en la previa del partido. Aun así, a punto estuvo de marcar en un disparo que sacó Doblas. "En la segunda parte no hemos jugado bien", reconoció Joaquín.

Los jugadores del Valencia se marcharon muy enfadados con el árbitro, Turienzo Álvarez. Villa le protestó una vez terminado el encuentro y vio la tarjeta amarilla. Al respecto, Joaquín declaró: "En los últimos minutos no ha estado muy correcto". Las críticas valencianistas venían por el primer gol del Betis, en el que Robert arrancó en posible fuera de juego.

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