Fútbol | 18ª jornada de Liga

Los quebraderos de López Caro en el Levante

Juan Ramón López Caro (Lebrija, Sevilla; 1963) es religioso, espartano y peinado con raya a la derecha. Habla a susurros. Ante la visita a Mestalla y mientras el dueño del club, Pedro Villarroel, espera la hora de sentenciarle, el técnico se agarra al banquillo del Levante con las uñas. Estos son sus quebraderos de cabeza:

- Juego plano. El Levante es el equipo con menos posesión de balón, el que más faltas hace (23 por partido) y el líder en expulsados (8). Su jugador con más clase, Robert, ex del Newcastle y el Benfica, apenas juega. López Caro ha probado a siete parejas de de...

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Juan Ramón López Caro (Lebrija, Sevilla; 1963) es religioso, espartano y peinado con raya a la derecha. Habla a susurros. Ante la visita a Mestalla y mientras el dueño del club, Pedro Villarroel, espera la hora de sentenciarle, el técnico se agarra al banquillo del Levante con las uñas. Estos son sus quebraderos de cabeza:

- Juego plano. El Levante es el equipo con menos posesión de balón, el que más faltas hace (23 por partido) y el líder en expulsados (8). Su jugador con más clase, Robert, ex del Newcastle y el Benfica, apenas juega. López Caro ha probado a siete parejas de delanteros. "Hemos jugado partidos muy buenos. Las faltas son un signo de agresividad, un valor básico. Busco la perfección. Por eso cambio los delanteros, para mejorar y por ser justos. El ataque es la parcela más preocupante, pero no veo lo malo, sino lo bueno: una gran competitividad. Eso afecta a Robert. El que no se lo gana no juega".

- Destitución. "Cuando los resultados no son los que algunos piensan, me atacan, pero no me harán perder la concentración ni la responsabilidad. Nunca me he sentido solo. Los jugadores están conmigo. Cuando llegué, dijeron que el idioma creaba diferencias en la plantilla. No es cierto. Ahora dicen que algunos me han dado la espalda... La plantilla está comprometida, se juega su prestigio económico. No sé si algunos se han borrado. Bastante tengo con juzgarme yo. Al club le pido que hasta el último momento respete al profesional. No puedo perder el tiempo pensando que me voy a ir. Mi honradez es máxima. Lo que sí creo es que debemos estar muy unidos, que nos veamos la cara. Cuando llegan los momentos de dificultad hay dos modos de comportarse: quitarse la responsabilidad y hablar o callarse y trabajar. Cuando tenga que decir algo a alguien, se lo diré a su carita".

- Reflexión. "No puedo caer anímicamente. Trabajo más cada día. Tengo la máxima fe en mí. En la vida estamos de paso y hay que aceptar lo bueno y lo malo. Todos somos culpables de que las cosas no sean más humanas. Hay que hablar menos y predicar con el ejemplo. Yo disfruto trabajando. Duermo lo suficiente, unas cuatro horas. Para aislarme corro. Es un momento de reflexión. Y leo temas cristianos. Estoy acabando la biografía de Santa Teresa".

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