Reportaje:Motor

A falta de dunas, buenos son los Monegros

Marc Coma, ganador de la última edición del Dakar, entrena la navegación por tierras aragonesas

Más alejado del África Negra que en la pasada edición, el rally Dakar arrancará de Lisboa el próximo 6 de enero. Como casi cada año, serán las dunas de Mauritania las que dictarán sentencia al paso de la caravana. De tal factor es más que consciente Jordi Arcarons, ex motociclista y ahora director del equipo en el que milita Marc Coma, ganador en motos el año pasado. Como la mayoría de pilotos de raids reconoce, no hay mejor entrenamiento que una carrera, en la que los participantes deben tomar decisiones y optar por las correctas. De equivocarse en un cruce, el tiempo hasta encontrar e...

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Más alejado del África Negra que en la pasada edición, el rally Dakar arrancará de Lisboa el próximo 6 de enero. Como casi cada año, serán las dunas de Mauritania las que dictarán sentencia al paso de la caravana. De tal factor es más que consciente Jordi Arcarons, ex motociclista y ahora director del equipo en el que milita Marc Coma, ganador en motos el año pasado. Como la mayoría de pilotos de raids reconoce, no hay mejor entrenamiento que una carrera, en la que los participantes deben tomar decisiones y optar por las correctas. De equivocarse en un cruce, el tiempo hasta encontrar el camino correcto puede eternizarse y, con ello, la carrera irse al garete.

Para que eso no ocurra, Arcarons ha encontrado en el desierto de los Monegros el paisaje ideal para poner a prueba a sus pupilos: los españoles Coma y Jordi Viladoms y el italiano Giovanni Sala. "Nos vamos a Alcañiz o cerca de Fraga a entrenar la navegación y la orientación", explica Arcarons, que matiza los motivos que le empujan a ir a tierras aragonesas. "Tenemos terreno abierto y podemos campar a nuestras anchas sin muchos problemas y sin molestar a nadie".

Llegados al lugar de partida, el director de equipo ofrece a cada piloto un road book (libro de ruta), en el que la mayoría de veces falta alguna información, y les espera en un punto situado a 200 o 300 kilómetros. "No les doy el diseño de los cruces, sólo les marco la dirección en grados. En algunos lugares, los caminos van muy paralelos y deben optar por el correcto", asevera el ex piloto, cuatro veces segundo clasificado en el Dakar. "El momento más difícil para un piloto surge cuando se da cuenta de que se ha equivocado. Es entonces, cuando lo que marca el libro no tiene nada que ver con lo que está viendo, que debe mantener la calma y tratar de volver al punto en que se equivocó", conviene Arcarons, convencido de la importancia de estas prácticas. "Lo más importante cuando un piloto se equivoca es que debe ser consciente de que los demás pilotos estarán seguramente en la misma situación. Entonces debe creer en su entrenamiento para salir airoso", argumenta el ex piloto.

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