Crónica:COPA DE LA UEFA

El Celta ya se gusta

El cuadro de Vázquez juega en Palermo su mejor partido de la temporada y pasa de ronda

El Celta se clasificó ayer para la siguiente fase de la UEFA con su mejor partido, sin comparación, de esta temporada. Se acabaron los cálculos propios de las ligas de grupos. A partir de ahora, cada fase superada dependerá de una victoria del propio equipo. A primera vista, Baiano dio una lección de fútbol, de colocación y de dirección de sus delanteros, pero hay que decir que el grupo, en conjunto, se coordinó como no lo había hecho hasta el momento, ahora que ha superado una prolongada crisis de lesiones.

El choque se jugó, de entrada, en la mitad de campo del Palermo, al que sólo le...

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El Celta se clasificó ayer para la siguiente fase de la UEFA con su mejor partido, sin comparación, de esta temporada. Se acabaron los cálculos propios de las ligas de grupos. A partir de ahora, cada fase superada dependerá de una victoria del propio equipo. A primera vista, Baiano dio una lección de fútbol, de colocación y de dirección de sus delanteros, pero hay que decir que el grupo, en conjunto, se coordinó como no lo había hecho hasta el momento, ahora que ha superado una prolongada crisis de lesiones.

El choque se jugó, de entrada, en la mitad de campo del Palermo, al que sólo le valía la victoria. Vaya por delante este dato: los vigueses lanzaron una docena de saques de esquina y los italianos ninguno. El cuadro de Vázquez se crece día a día esta temporada y lo demostró con un inusual avance de todas sus líneas. Los vigueses empezaron lanzados, con todos sus efectivos más pendientes de atacar que su rival, aunque eran los sicilianos los que debían ganar para pasar a la siguiente fase de la competición europea.

PALERMO 1 - CELTA 1

Palermo: Aliardi; Cassani, Zaccardo, Pisano, Barzagli; Di Michele, Guana (Parravicini, m. 84), Corini (Tedesco, m. 63), Simplicio; Bresciano (Brienza, m. 63) y Caracciolo. No utilizados: Biava; Dellafiore y Munari.

Celta: Esteban; Ángel, Contreras, Lequi, Placente; Iriney, Oubiña; Gustavo López (Tamas, m. 88), Canobbio (Jorge Larena, m 90), Nené (Núñez, m. 90); y Baiano. No utilizados: Pinto; De Ridder y Perera.

Goles: 0-1. M. 58. Baiano remata un centro por la izquierda de Lequi que rebota en Cassani y despista a Aliardi. 1-1. M. 70. Tedesco aprovecha una pérdida de balón del Celta para sorprender a Pinto.

Árbitro: Craig Thomson. Amonestó a Guana, Caracciolo, Contreras, Nené, Lequi, Pisano e Iriney.

Unos 10.000 espectadores en el estadio Renzo Barbera.

Al contrario que en otros encuentros, los célticos no se conformaron con el empate. El juego fue de gran velocidad, especialmente en la banda derecha. El ala del Celta es explosiva cuando empieza en Ángel, que se convierte en un carrilero muy ofensivo que provoca que toda la banda suba en tromba, como un equipo de rugby. Se da la circunstancia de que el Celta genera casi todo el peligro por la derecha pero los tres mediapuntas que compitieron ayer -Nené, Canobbio y Gustavo López- son zurdos.

El Palermo se dejó atacar durante la primera mitad y el Celta ocupó todo el campo rival. El empleo de las bandas fue académico, casi hasta la línea de fondo. No obstante, los celestes siguen con un serio problema de eficacia en el tramo final. Falta un punto de resolución que compense tantas y tantas ocasiones rozando el gol. Falta remate puro acompañando a Baiano.

La segunda parte comenzó con más presión del cuadro de Guidolin, que se tomó en serio la amenaza del Celta. En los primeros minutos pudieron adelantarse con un disparo de Caracciolo, el más peligroso de su equipo, apoyado por Barzagli y Di Michele. Pasado este eventual calvario, los de Vázquez volvieron a atacar y dispusieron de tres ocasiones claras, que fueron premiadas con el primer gol, tras un centro de Lequi que remata Baiano y que rebota en un jugador italiano, Casani, que despista a su portero. Cuando más confiado estaba el Celta, el único despiste de su defensa propició un gol de Tedesco que envalentonó a los italianos. Los últimos minutos del choque, como viene siendo habitual, fueron de infarto para la afición.

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