El edificio desplomado en Lugo estaba en ruina
Los propietarios del edificio que el pasado viernes se vino abajo en la Avenida de A Coruña en Lugo, que ocasionó daños en dos vehículos, habían solicitado la declaración de ruina. Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Xosé Ramón Gómez Besteiro, sostiene que si la propiedad veía que el edificio corría peligro "tendría que haber tomado medidas de apuntalamiento". "No se exime de responsabilidad con la solicitud de ruina inminente", apuntó el edil.
El edificio se desplomó el viernes al mediodía, en un momento de máximo tránsito de vehículos y peatones. Besteiro confirmó a este diario que...
Los propietarios del edificio que el pasado viernes se vino abajo en la Avenida de A Coruña en Lugo, que ocasionó daños en dos vehículos, habían solicitado la declaración de ruina. Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Xosé Ramón Gómez Besteiro, sostiene que si la propiedad veía que el edificio corría peligro "tendría que haber tomado medidas de apuntalamiento". "No se exime de responsabilidad con la solicitud de ruina inminente", apuntó el edil.
El edificio se desplomó el viernes al mediodía, en un momento de máximo tránsito de vehículos y peatones. Besteiro confirmó a este diario que probablemente hoy hará llegar a la fiscalía toda la documentación derivadade la caída del edificio, así como de las licencias y actuaciones que se realizaron en el solar anexo al edificio siniestrado.
"Remitiremos de forma completa y total toda la documentación para colaborar con el principio de transparencia ante un acontecimiento que creó una gran alarma social", advirtió. El inmueble en el que ocurrió el siniestro, ubicado en el número 8, está catalogado y protegido por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI), y es del mismo propietario que inició excavaciones en un solar anexo para su posterior construcción.
En uno de los informes municipales remitidos a la fiscalía se apunta que los trabajos realizados en el solar anexo podrían ser precisamente la causa del derrumbamiento. El arquitecto que dirige las obras de las inmediaciones, Antonio Tort, se escuda en que había pedido la declaración de ruina del inmueble siniestrado.