Sin golpe ganador

Puede que a muchos les parezca poco mérito, pero para Tommy Robredo haber ganado un set ante el ruso Nikolay Davydenko en su debut en la Masters Cup no es nada despreciable. No sólo porque jugaba en la superficie que más le perjudica y en la que perdió recientemente contra él en las semifinales del torneo de París-Bercy, sino porque esa manga podría ser decisiva para entrar en las semifinales. Robredo perdió por 6-7 (8-10), 6-3 y 1-6, pero habría podido ganar de haber concretado alguna de las tres bolas de set de las que dispuso en la primera manga.

"No sé si fueron tan de...

Puede que a muchos les parezca poco mérito, pero para Tommy Robredo haber ganado un set ante el ruso Nikolay Davydenko en su debut en la Masters Cup no es nada despreciable. No sólo porque jugaba en la superficie que más le perjudica y en la que perdió recientemente contra él en las semifinales del torneo de París-Bercy, sino porque esa manga podría ser decisiva para entrar en las semifinales. Robredo perdió por 6-7 (8-10), 6-3 y 1-6, pero habría podido ganar de haber concretado alguna de las tres bolas de set de las que dispuso en la primera manga.

"No sé si fueron tan determinantes o no", dudó el tenista español, "pero es cierto que podrían haber cambiado el partido. Y, cuando cedes las pocas oportunidades que tienes ante jugadores del calibre de Davydenko, es fácil que lo acabes pagando". Robredo dispuso de 6-4 y 8-7 en el desempate antes de perder.

La única victoria de Robredo sobre Davydenko, campeón este año en cinco torneos, entre ellos el parisiense, se produjo en julio en Bastad (Suecia). Entonces, el gerundense había ganado ya su primer masters series en Hamburgo y su juego había dado un salto de calidad. "Aquello supuso un cambio mental", reconoce; "comencé a creer en mí mismo y decidí seguir luchando para entrar en el Masters: fui el quinto del mundo y ahora soy el sexto".

Que su juego ha mejorado no lo cuestiona nadie. Robredo es, después de Roger Federer, uno de los jugadores más completos. Lo hace todo bien: tiene dos buenos golpes de fondo, saca y volea con precisión, posee un buen mate, domina la dejada... Y, sin embargo, no halla la manera de ganar, en general, a los que le preceden en la clasificación. ¿Qué le falta? Tal vez, un golpe ganador. Todos los demás lo tienen. Davydenko le desbordó en 38 ocasiones mientras que Robredo sólo conectó 15 golpes definitivos.

En cualquier caso, Robredo no descarta en absoluto llegar a las semifinales. Cree que mañana se le ofrecerá la mejor ocasión para ganar a Nadal en el partido que les enfrentará en la fase de liguilla. "Es un grandísimo jugador", afirmó Robredo, "pero lleva dos o tres meses que no está fino. Siempre me ha ganado, pero esta vez voy a poner más intensidad para intentar superarle. Me veo jugando bien y con confianza y espero poder vencerle y ser semifinalista".