Crónica:Fútbol | Novena jornada de Liga

El Sevilla no para de crecer

El conjunto de Juande Ramos alcanza el primer puesto al vencer a Osasuna

El Sevilla encabeza la tabla de la clasificación de la Liga. Y no es uno de esos lideratos de chufla que amenizan las primeras jornadas de la competición. No. Con su victoria de ayer, sudada, incluso algo sufrida por momentos, el conjunto de Nervión se postula como candidato a todo. A soñar y ganar. Porque el Sevilla ya ha demostrado que sabe vencer de muchísimas maneras, que sus argumentos son ricos y variados. El encuentro de ayer no será recordado por su fútbol, pero sí por lo que supone para este club y para esta afición. ¡Ah! Y, de paso, se eliminó el fantasma del fatalismo de sus enfrent...

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El Sevilla encabeza la tabla de la clasificación de la Liga. Y no es uno de esos lideratos de chufla que amenizan las primeras jornadas de la competición. No. Con su victoria de ayer, sudada, incluso algo sufrida por momentos, el conjunto de Nervión se postula como candidato a todo. A soñar y ganar. Porque el Sevilla ya ha demostrado que sabe vencer de muchísimas maneras, que sus argumentos son ricos y variados. El encuentro de ayer no será recordado por su fútbol, pero sí por lo que supone para este club y para esta afición. ¡Ah! Y, de paso, se eliminó el fantasma del fatalismo de sus enfrentamientos contra Osasuna.

La salida del Sevilla fue la ya habitual a lo largo de la temporada. Una especie de estampida controlada que busca acular al contrincante contra su portería al tiempo que meterle mucho miedo. Y la cosa funcionó. Un tiro de Navas desde fuera del área lo intentó blocar Ricardo y el rechace fue a parar a Kepa, al que la pelota le rebotó más que otra cosa y, aun así, casi entra en la portería. Tan sólo habían pasado dos minutos desde el inicio del encuentro. Diez más tarde fue Kanouté el que disparó desde lejos y Ricardo paró hasta tres remates: el ya dicho de Kanouté, uno a la carrera de Puerta tras el primer rechace del portero y otro de Javi Navarro tras el segundo despeje de Ricardo. Un lío de jugada que probablemente habría merecido ser gol. Aunque tampoco cabe menospreciar el espléndido desempeño de Ricardo.

SEVILLA 2 OSASUNA 0

Sevilla: Palop; Alves, Javi Navarro (Dragutinovic, m. 88), Escudé, Puerta; Navas, Poulsen (Martí, m. 88), Renato, Adriano; Kanouté y Kepa (Maresca, m. 62) . No utilizados: Cobeño; David, Duda y Hinkel.

Osasuna: Ricardo: Javier Flaño, Cuéllar, Miguel Flaño, Corrales; Puñal (Webó, m. 67), Nekouman; Valdo, Raúl García, Juanlu (Delporte, m. 58); y Soldado (Juanfran, m. 75). No utilizados: Elía; Cruchaga, Josetxo y Héctor Font.

Goles: 1-0. M. 50. Kanouté, de penalti. 2-0. M. 87. Adriano, a pase de Kanouté.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Puñal, Corrales, Poulsen, Javi Navarro, Kanouté, Javier Flaño, Cuéllar, Soldado, Valdo, Raúl García y Delporte.

Unos 40.000 espectadores en el Pizjuán.

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Pero Osasuna ya se barruntaba algo similar y no perdió los papeles. En cuanto pudo, se quitó el casco e intentó arrebatarle el centro del campo a los sevillistas. Nekouman demostró tener una espléndida visión táctica del juego, Puñal puso el esfuerzo y la disciplina defensiva mientras que Juanlu intentó incordiar todo lo que pudo. Se echó de menos el apoyo de Valdo en estas funciones e incluso el de Raúl García, que ayer no encontró su lugar en casi todo el encuentro.

Precisamente fue Juanlu el que estuvo más cerca de marcar en la mejor jugada de Osasuna de todo el encuentro, que, tras más de una docena de combinaciones, acabó con remate alto del interior tras un centro cruzado desde la banda contraria de Valdo.

Esta oportunidad de los osasunistas niveló el ímpetu de unos y otros. El Sevilla fue menos versátil de lo que acostumbra. Se empecinó en exceso en llevar el juego a su banda derecha. Navas seguía dando chispazos por ese lado, pero, como eran todos iguales, le acabaron por coger el truco. Sus centros -siempre peligrosos, eso sí- repetían destinatario y trayectoria baja. Alves tuvo uno de sus partidos más erráticos y sus heterodoxas carreras resultaron más incomprensibles para sus compañeros de lo acostumbrado. Además, los sevillistas contaban con una banda izquierda bastante intimidatoria con Adriano y Puerta.

Pero no fue hasta la segunda mitad cuando, de Puerta en concreto, salió un centro al área de Ricardo desde ese ala. Entre la espesura de los futbolistas de casa y la fama de aguafiestas habitual que Osasuna tiene en Nervión, decidió aparecer Renato, que se inventó un hueco entre la defensa del conjunto navarro. Fue derribado cuando ya encaraba al portero. Kanouté marcó el correspondiente penalti y, de paso que sumaba un tanto más para el pichichi, colocaba a su equipo en el primer lugar de la tabla.

El partido, como no podía ser de otra manera, cambió radicalmente de guión. Ziganda rompió la baraja -y los esquemas de sus futbolistas-y sacó todo lo que tenía para intentar marcar. El Sevilla no controló el partido como le habría gustado, pero jamás pareció alejarse de la victoria. Tras la mejor jugada de ataque de Osasuna de toda la segunda mitad, una colada de Juanfran que a punto estuvo de rematar Webó, sacaron los navarros de córner, robó el Sevilla y montó un contraataque de manual, entre Adriano, Kanouté y Navas, que acabó haciendo rentable el brasileño. A partir de ahí, todo fue disfrute. El Sevilla ya está ahí. Y como pretendiente a todo.

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