Necrológica:

Ramón Ybarra, empresario

Fundó la empresa Cydeplás y presidió el Club Pineda

Una auténtica sorpresa ha supuesto en Sevilla la muerte de Ramón Ybarra Llosent, quien había confirmado su asistencia a unas jornadas económicas que el presidente de la Junta de Andalucía inauguraba en la mañana de ayer en Sevilla. Unas horas antes, había fallecido en su domicilio víctima de un infarto.

Desaparece con él una figura singular: un buen hombre, sevillano tradicional, un auténtico embajador de la ciudad, según sus amigos, muy apegado al mundo de las cofradías, seguidor del Sevilla FC, enamorado del selecto Club Pineda, del que era presidente desde el pasado mes de jun...

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Una auténtica sorpresa ha supuesto en Sevilla la muerte de Ramón Ybarra Llosent, quien había confirmado su asistencia a unas jornadas económicas que el presidente de la Junta de Andalucía inauguraba en la mañana de ayer en Sevilla. Unas horas antes, había fallecido en su domicilio víctima de un infarto.

Desaparece con él una figura singular: un buen hombre, sevillano tradicional, un auténtico embajador de la ciudad, según sus amigos, muy apegado al mundo de las cofradías, seguidor del Sevilla FC, enamorado del selecto Club Pineda, del que era presidente desde el pasado mes de junio, empresario y miembro de la conocida familia Ybarra, propietaria de la empresa Hijos de Ybarra, una de las más importantes del sector agroalimentario andaluz, dedicada a la producción y comercialización de aceite de oliva, aceite de girasol, aceitunas, vinagres, salsas y productos de la huerta.

Ramón Ybarra nació en la capital andaluza; inició sus estudios en los Marianistas de Jerez de la Frontera y en los Jesuitas de Sevilla y se licenció en Derecho. Se casó con Magdalena Valdenebro Halcón y tuvieron cinco hijos, tres de los cuales lideran la empresa Alsa-City Sightseeing, dedicada al transporte turístico y con delegaciones en algunas de las principales capitales europeas.

En unión de dos socios fundó en 1962 la empresa Cydeplás, dedicada a la transformación de plásticos. Allí se creó la botella para el aceite, y Ramón introdujo en España el sistema pet, utilizado para las bebidas refrescantes.

Su labor empresarial la combinó con su reconocida sevillanía y su amor a la Hermandad de la Candelaria, del barrio de San Nicolás, de la que fue hermano mayor en dos épocas distintas, desde 1972 a 1984 y desde 1989 hasta 1993; posteriormente, y por encargo del entonces arzobispo de Sevilla. Presidió durante algún tiempo la gestora que solucionó problemas internos de la hermandad.

Cydeplás cerró sus puertas en 1999, y Ramón Ybarra continuó como accionista de Hijos de Ybarra -que preside su hermano Jaime-, y consejero de Aegón, empresa del sector del seguro.

Desde junio del presente año era presidente del Club Pineda, al que estaba dedicado en cuerpo y alma, y para el que tenía muchos proyectos en marcha. Allí, en sus ratos libres, seguía jugando al tenis y al pádel y hacía sus pinitos con los palos de golf. Mientras tanto, disfrutaba con su Sevilla FC, a cuya junta directiva perteneció años atrás, y presumía de su ciudad dentro y fuera de ella.

Sus más allegados resaltan su simpatía, su entusiasmo y su facilidad para hacer amigos. El cantante Julio Iglesias era uno de ellos.

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