Crónica:Fútbol | Cuarta jornada de Liga

Osasuna atasca al Celta

El cuadro de Ziganda, trabajador y consistente, vence en Balaídos

En Balaídos, donde nunca en la historia había ganado, encontró el Osasuna el auxilio psicológico que necesitaba. Parecía un equipo derrumbado por el trauma de perder la eliminatoria previa a la Copa de Europa, que le hizo arrancar la Liga con estampa tambaleante. Pero ayer el Osasuna de Ziganda recuperó las virtudes del pasado, su consistencia, su capacidad de trabajo y su perspicacia para aprovechar los puntos débiles del rival. Se encontró además con un rival ofuscado, sin el menor atisbo de inspiración. Y ante ese Celta anodino e inofensivo halló Osasuna el alivio que tanto necesitaba.
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En Balaídos, donde nunca en la historia había ganado, encontró el Osasuna el auxilio psicológico que necesitaba. Parecía un equipo derrumbado por el trauma de perder la eliminatoria previa a la Copa de Europa, que le hizo arrancar la Liga con estampa tambaleante. Pero ayer el Osasuna de Ziganda recuperó las virtudes del pasado, su consistencia, su capacidad de trabajo y su perspicacia para aprovechar los puntos débiles del rival. Se encontró además con un rival ofuscado, sin el menor atisbo de inspiración. Y ante ese Celta anodino e inofensivo halló Osasuna el alivio que tanto necesitaba.

Pocas novedades ha traído la temporada a Balaídos, donde se mantiene el bloque aseado y solvente que el curso pasado capturó un pasaporte europeo. Pero al Celta le está costando arrancar, como si no fuese ya un equipo con las rutinas asimiladas. Sobre todo en casa, donde sumó su segunda derrota consecutiva. La primera tenía cierta excusa porque fue ante el Barcelona. El fracaso de ayer, ante un rival que se suponía afligido por las dudas, resulta bastante más doloroso.

CELTA 0 OSASUNA 2

Celta: Pinto; Ángel, Contreras, Lequi, Placente; Iriney (Perera m. 60), Oubiña; Gustavo López (Núñez m. 78), Canobbio, Nené; y Baiano. No utilizados: Esteban; Tamas, Jorge, Vilas y Aspas.

Osasuna: Ricardo; Izquierdo, Josetxo, Flaño, Corrales; Valdo, Nekounan, Muñoz (Puñal m. 90), Raúl García, Juanlu (Juanfran m. 66); y Soldado (Webó m. 73). No utilizados: Elía; Flaño, Cruchaga, y Milosevic.

Goles: 0-1. M. 34. Valdo recibe un rechace dentro del área y conecta un zurdazo raso inalcanzable para Pinto. 0-2. M. 90. Contragolpe que culmina Juanfran tras encarar a Pinto.

Árbitro: Megía Dávila. Expulsó a Ángel (m. 74) y amonestó a Canobbio, Baiano, Muñoz, Nekounan, Josetxo, Valdo, Lequi

Unos 15.000 espectadores en Balaídos

El Celta se atascó ante la buena organización y la actitud laboriosa de Osasuna. Fue un equipo plano e inofensivo. En la primera parte, apenas inquietó en un remate de Canobbio detenido por Ricardo. Y tampoco fue capaz de hacerse con la pelota. Nadie ejemplificó mejor que Borja Oubiña el fracaso celeste. El mediocentro internacional acabó sonriendo por no llorar, acribillado por los silbidos de una parte de la grada. Su recital de torpezas y pases fallidos resultó desesperante para el público y para el equipo, que se quedó deshilvanado sin su aportación.

El Osasuna se bastó con mantener la organización y no desatender el trabajo. La esterilidad del Celta le permitió vivir con placidez, controlar el juego y encontrar resquicios para tirar el contragolpe. La oportunidad de ponerse por delante le llegó, sin embargo, en una falta, despejada de mala manera por la defensa local y aprovechada por Valdo.

A partir de ese momento, el Celta se hundió en la impotencia. Hasta el arreón final, el Osasuna apenas se vio agobiado. La desesperación de Oubiña fue a más, a Baiano apenas se le vio y Nené y Canobbio tampoco lograron salir del empantanamiento general. Fernando Vázquez introdujo un segundo delantero. El elegido fue Perera, que se ha hecho una leyenda en Vigo por su habilidad para atrapar un gol cada vez que sale del banquillo. Ayer estuvo a punto de cumplir la costumbre: recibió de espaldas en el borde del área, se dio la vuelta para deshacerse de su marcador y conectó un fogonazo repentino al que, sin embargo, Ricardo respondió con solvencia.

Ese fue el único momento en que el Celta acarició el empate. Tampoco contribuyó mucho a su causa el árbitro, que expulsó a Ángel por una entrada que no alcanzaba para tanto. Ya sólo quedaba un cuarto de hora, pero el Celta, al menos, tuvo cierto arrojo para intentar el empate. Osasuna siguió a lo suyo sin descomponerse. En el tiempo suplementario, hasta le llegó el regalo final en un contragolpe que culminó Juanfran.

Soldado, a la derecha, lucha por un balón con Placente.REUTERS

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