"Llevamos mucho retraso"
El derby sevillano se ha disputado 105 veces, incluyendo la de esta noche. Mucha estadística y mucho sentir rodean al partido de turno, aunque estas circunstancias no tienen por qué ser, ni normalmente lo son, decisivas. En esta ocasión, uno de los principales actores es Javier Iruretagoyena, Irureta, un profesional de incontestable trayectoria, pero novato en esta situación, y que ha vivido los dos meses más delirantes de su carrera desde que firmó como técnico del Betis.
"Sí que me han pasado cosas en estas semanas", afirma Irureta con un resoplido; "sobre todo, con el t...
El derby sevillano se ha disputado 105 veces, incluyendo la de esta noche. Mucha estadística y mucho sentir rodean al partido de turno, aunque estas circunstancias no tienen por qué ser, ni normalmente lo son, decisivas. En esta ocasión, uno de los principales actores es Javier Iruretagoyena, Irureta, un profesional de incontestable trayectoria, pero novato en esta situación, y que ha vivido los dos meses más delirantes de su carrera desde que firmó como técnico del Betis.
"Sí que me han pasado cosas en estas semanas", afirma Irureta con un resoplido; "sobre todo, con el tema de los traspasos y los fichajes de futbolistas, que pienso que se podían haber diligenciado con anterioridad. Entre la primera y la segunda jornada de la Liga ha habido un trasvase de seis jugadores: dos se han ido y cuatro han venido. Y eso no es normal. Al menos, a mí nunca me había pasado. En algunas pretemporadas he tenido que trabajar con 30 y hasta con 35, pero en ésta ha tenido que esperar hasta el último día para saber cuál iba a ser la plantilla de la que dispondría, mi equipo".
"Entre la primera y la segunda jornada ha habido un trasvase de seis jugadores; dos se han ido y cuatro han venido. Y eso no es normal"
"Lo que quiero es sumar todos los puntos que se pueda y, al final, igual estamos por encima del Sevilla. Eso es más importante que una victoria puntual"
Un equipo que en casi nada se parece al que el entrenador vasco se imaginó que iba a manejar cuando firmó: "Ha ocurrido lo que ha ocurrido y hay que aceptarlo. Empezamos con un retraso respecto a otros. Especialmente, en el acoplamiento, en la coordinación, en todas esas cosas que hacen que los jugadores de un conjunto se entiendan tan sólo con mirarse".
Tras una carrera como preparador que, por su apuesta por favorecer su vida familiar, ha transcurrido en su mayoría en el norte de España -Deportivo, Celta, Oviedo, Racing, Real Sociedad, Athletic, Sestao, Logroñés-, Irureta no puede ocultar la sorpresa que le han producido algunas de las situaciones que se manejan en el Betis: "De momento, noto que el sentimiento del bético es diferente. Cómo se ven las virtudes, cómo se entienden los defectos... Es verdad también que nunca había vivido una situación con un presidente y un máximo accionista funcionando al alimón. Yo siempre he tenido un presidente, Lendoiro, Uranga..., que era el que mandaba". En ese sentido, admite que departe habitualmente con el propietario del club, Manuel Ruiz de Lopera, aunque se apresura a destacar también su relación con el presidente oficial del club, José León: "El jueves estuvo en mi caseta e irá al hotel y después en el autobús hasta el estadio Sánchez Pizjuán".
Irureta ha mantenido el perfil bajo que aconsejaba la situación durante una pretemporada en la que ha visto cómo se le iban dos de sus mejores jugadores, Joaquín y Oliveira, y le tocaba hacerse cargo de otros cuatro de la noche a la mañana. Cuando quedó claro que Joaquín abandonaría el cuadro, pocos días antes del inicio de la Liga, llegó a cuestionar el proyecto -"he venido a hacer un equipo y no sé si podré"-, aunque nunca se planteó quitarse del medio: "Hubo un momento en el que no se sabía si íbamos para adelante o para atrás y llegué a tener una honda preocupación sobre cómo iba a quedar todo".
Tras la derrota en el debut liguero contra el Valencia, la victoria frente al Athletic (3-0) en Sevilla le ha regalado una inesperada primavera entre una tormenta de dudas y recelos sobre el equipo. Y es que el Betis que salga esta tarde a jugar contra el Sevilla puede ser la tercera versión en otros tantos partidos disputados: "Es muy posible que haya cambios, pero tampoco demasiados. Ante el Valencia jugué con tres medios y contra el Sevilla habrá alguna variación sobre los que jugaron contra el Athletic, pero yo creo que es en el centro del campo donde tenemos que ganarles".
La elección y el funcionamiento de los centrocampistas serán dos cuestiones esenciales con vistas al éxito o el fracaso del Betis de Irureta. Por el momento, está contentó con la aportación de Vogel. Aunque admite que la decisión de alinearle contra el Athletic fue arriesgada por el poco tiempo que llevaba en el equipo, ve en él a alguien "del estilo de Mauro Silva, que no pierde la posición y que, si hace falta, se apoya en los centrales para hacer menos peligrosa la transición de la pelota".
Irureta cuenta en la actualidad con una plantilla de 25 futbolistas. Le gustaría que fueran dos menos y poder así fichar a alguien o tirar del filial según le vengan dadas. Aún no se sabe qué tipo de relación establecerá con sus jugadores, pero una de las primeras cosas que quiere hacer es refrescarles el orgullo por los triunfos recientes del club: "Ahora parece que está muy lejos, pero la Copa del Rey y la participación en la Liga de Campeones están ahí, al lado, y la mayoría de la plantilla contribuyó a ello".
Respeta Irureta el significado del derby para los aficionados de uno y otro equipo, pero tiene muy claras sus preferencias: "Lo que quiero es sumar todos los puntos que se pueda y, al final, igual estamos por encima del Sevilla. Para mí, eso es más importante que una victoria puntual. La clasificación final resume todo el trabajo realizado mientras que un partido concreto puede depender de diversas circunstancias".