"Más no se puede pedir"

El ariete extremeño del Valencia ya es el séptimo máximo goleador de la historia de la 'Champions'

Fernando Morientes, el Moro, tantos partidos de Champions con el Madrid, una final alcanzada con el Mónaco, otro puñado de encuentros con el Liverpool, sumó ayer tres goles más a su larga lista de tantos en el torneo: ya ha logrado 30 en 76 partidos, ocho contra equipos griegos, cinco de los cuales los ha recibido el Olympiacos, su rival de ayer. "Más no se puede pedir", admitió el punta, que ya es el séptimo máximo goleador de la historia de la competición. "Es un día para recordar", continuó Morientes, que ha llegado esta temporada al cuadro de Quique procedente del Liverpool y...

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Fernando Morientes, el Moro, tantos partidos de Champions con el Madrid, una final alcanzada con el Mónaco, otro puñado de encuentros con el Liverpool, sumó ayer tres goles más a su larga lista de tantos en el torneo: ya ha logrado 30 en 76 partidos, ocho contra equipos griegos, cinco de los cuales los ha recibido el Olympiacos, su rival de ayer. "Más no se puede pedir", admitió el punta, que ya es el séptimo máximo goleador de la historia de la competición. "Es un día para recordar", continuó Morientes, que ha llegado esta temporada al cuadro de Quique procedente del Liverpool y a cambio de cinco millones de euros. "Sé que había muchas dudas por mi edad [tiene 30 años] y mi última temporada en el Liverpool, pero creo que hoy se han disipado", cerró.

Mientras Morientes celebraba sus goles y a Villa le comentaban lo bueno que sería verlos juntos en la selección - "Ojalá", respondió el Guaje- Quique, el técnico de ambos, analizaba el partido: "Es un buen comienzo, ilusionante. No es momento de empezar a hacer cuentas. Hay que pasar la barrera de los diez puntos para asegurar uno de los dos primeros puestos, pero es bueno empezar bien porque la moral de la tropa se refuerza", argumentó antes de hacer autocrítica: "No estamos contentos con los goles, hubo desajustes defensivos".

El Valencia fue el único equipo en comenzar la Champions con una victoria a domicilio. El Chelsea de los galácticos abrió la lata del Werder Bremen y ganó su primer partido del grupo A -en el que también está el Barça- gracias a un obrero que compró a precio de artista, Essien. Luego marcaría Ballack, de penalti (2-0). Sólo uno de los grandes europeos falló: el Inter, que juega en el Grupo B, perdió con un gran gol en contra del portugués Caneira, que llegó este verano al Sporting de Lisboa desde el Valencia (1-0).

Además, el Liverpool de Rafa Benítez empató sin goles contra el PSV holandés.

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