El 'sprint' más duro

Tatuado en el pecho, 9 de abril de 2005. Cartagena, el lugar y la fecha donde perdió parte de su pierna derecha al chocar contra un quitamiedos. Una marca indeleble que enseña cada vez que abre su maillot y cruza triunfante la línea de meta el ciclista Francisco García Morillas, de 24 años. "Después del accidente mucha gente pensaba que todo se había acabado. Quiero demostrar a todo el mundo que todavía estoy aquí".

Al mes y medio de salir del hospital, Maruxo, nombre con el que popularmente se conoce en el pelotón a García Morillas, subía de nuevo a una bicicleta con su p...

Tatuado en el pecho, 9 de abril de 2005. Cartagena, el lugar y la fecha donde perdió parte de su pierna derecha al chocar contra un quitamiedos. Una marca indeleble que enseña cada vez que abre su maillot y cruza triunfante la línea de meta el ciclista Francisco García Morillas, de 24 años. "Después del accidente mucha gente pensaba que todo se había acabado. Quiero demostrar a todo el mundo que todavía estoy aquí".

Al mes y medio de salir del hospital, Maruxo, nombre con el que popularmente se conoce en el pelotón a García Morillas, subía de nuevo a una bicicleta con su pierna ortopédica y diez kilos menos. El ciclista del equipo de la Universidad Politécnica de Valencia, además de correr todas las pruebas amateurs, consiguió su primer triunfo en la Marcha Cicloturista Internacional de Massamagrell y se ha proclamado campeón de España de ciclismo adaptado en las pruebas en ruta y contrarreloj individual. En la prueba en ruta, el valenciano de Gilet superó en medio minuto a sus rivales. En la contrarreloj también ganó. Ahora se prepara para el Mundial de Ciclismo Adaptado que se celebrará en Suiza en septiembre. Participará en las tres categorías: pista, contrarreloj y carretera.

"Me quería morir (...) porque vi cómo una parte de mi pierna se quedaba atrás"

"El de delante de mí cayó y no me dio tiempo de nada, así que choqué contra el guardarraíl. Me quería morir, porque no me desmayé ni nada y vi cómo parte de mi pierna se había quedado atrás", recuerda amargamente del fatídico desenlace.

"Yo mismo me cogí para no desangrarme y me dejé marcados los dedos", añade. Cuando salió de intensivos, García Morillas, afrontó incrédulo lo que parecía un sueño y desalentado pensó en dejar la bicicleta. Pero los ánimos de su familia le hicieron cambiar de idea y optó por proseguir lo que había sido su vida. Corre desde los 5 años, iniciado por su padre, un albaceteño de Balazote, del que le viene dado su apodo, que ha arrumbado su afición ciclista y su trabajo por una enfermedad degenerativa.

Contaba su padre en el programa A tu lado de TVE que conseguir una prótesis era complicado por su situación y desde el programa se recaudaron fondos para tal fin.

La revista Meta 2MIL, la empresa Podium y otras marcas deportivas también han contribuido a que García Morillas pueda continuar con la bicicleta. Y por supuesto, la Universidad Politécnica de Valencia, por la que acababa de fichar, que le ha subvencionado, entre otras cosas, una prótesis especial.

Eloy Izquierdo, segundo técnico del equipo olímpico español de ciclismo en Pista en Atenas 2004, indica que su pupilo García Morillas "es un ciclista que tiene una gran proyección dentro del ciclismo paralímpico". Lo que les llevará algún tiempo. Y pese a que el accidente está todavía reciente, Izquierdo opina que los resultados dan fe de "su gran voluntad y afán de superación".

"He estado varias veces en el lugar del accidente. Sientes rabia, coraje, pero no he llorado, quizá porque tenía a mi padre delante" Antes del accidente, ayudaba a su familia en la huerta, a su tío en la construcción y "rodaba toros". Ahora se siente feliz consigo mismo. "Antes decían que nací para esto y ahora me lo tengo que ganar, pero si me lo tengo que ganar, me lo ganaré", subraya este admirador de Pantani, el mítico escalador fallecido.