Análisis:A LA PARRILLA

Otro 'zapping'

Que un programa dedicado a mostrarnos lo que ve el resto del mundo en la tele lo pongan pasada la medianoche ya es mala señal. Y es que el primer Mira lo que ven no mostró los mejores programas sino los formatos más burros, se supone que con más audiencia. La mayoría de los cuales, por otra parte, no son desconocidos en España. Un concurso donde gana quien más kilos pierde, operaciones triunfo dedicadas a ser el mejor futbolista o academias... de striptease. También se vio un repertorio variopinto del empleo de cámaras ocultas, programas de citas arriesgadas... El programa muestr...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Que un programa dedicado a mostrarnos lo que ve el resto del mundo en la tele lo pongan pasada la medianoche ya es mala señal. Y es que el primer Mira lo que ven no mostró los mejores programas sino los formatos más burros, se supone que con más audiencia. La mayoría de los cuales, por otra parte, no son desconocidos en España. Un concurso donde gana quien más kilos pierde, operaciones triunfo dedicadas a ser el mejor futbolista o academias... de striptease. También se vio un repertorio variopinto del empleo de cámaras ocultas, programas de citas arriesgadas... El programa muestra estos espacios de las televisiones extranjeras apenas unos minutos, lo que le sitúa en el formato del zapping, con la única diferencia de que a la antología de escenas le ponen más boato y comparsería. Un panel de espectadores sociológicamente, dicen, escogidos para construir un universo representativo de los telespectadores españoles vota los programas que parecen tener más gracia. Más que votar, adivinan, dada la brevedad de las muestras. Lo mejor del programa, la sensatez que pusieron en sus comentarios cuatro periodistas especializados en televisión. Por ejemplo, desvelando el fraude de un programa portugués sobre infidelidades. Sus comentarios fueron bastante duros con lo que se vio. Junto a ellos, una pareja de humoristas, simulando ser creativos de la tele, aportaron unos subrayados de una inteligencia y barroquismo sobresalientes viendo lo que se estaba viendo. Aunque la tele sea tan mala, no puede ser que a la hora de escoger no haya algo más digno de importar y, de paso, verlo enteramente. En los sms de los espectadores hubo extasiados aplausos para las dos azafatas...

Fue una noche de doble estreno en TVE. Antes, nos ofreció un espectáculo monográfico de Anthony Blake. Este ovetense es un excelente mentalista. Pero para disfrutar de sus habilidades artísticas, mejor verlo en un escenario. En el programa, construido como un relato, anduvo ambiguamente por el camino de las creencias esotéricas e incluso convocó espíritus que, por cierto, sólo sabían tocar la pandereta.

Archivado En