Entrevista:UN, DOS, TRES TESOROS DE FAMILIA DE... JOSÉ MONTILLA

"Metería en la maleta cualquier ópera de Wagner"

El ministro de Industria, José Montilla, se declara amante del género policiaco

Ante la complicada tarea de empaquetar cuántas cosas pueda para colmar sus ansias culturales en una isla desierta, José Montilla (Iznájar, 1955) sólo reconoce tener muy claro qué es lo que dejaría en su casa. Los dichosos informes. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat catalana y todavía ministro no empaquetaría bajo ningún concepto los farragosos documentos que día sí día también debe leerse para pilotar los más variados asuntos que pasan por su despacho del ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Montilla, más aficionado a los viajes de aventura que a los de ...

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Ante la complicada tarea de empaquetar cuántas cosas pueda para colmar sus ansias culturales en una isla desierta, José Montilla (Iznájar, 1955) sólo reconoce tener muy claro qué es lo que dejaría en su casa. Los dichosos informes. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat catalana y todavía ministro no empaquetaría bajo ningún concepto los farragosos documentos que día sí día también debe leerse para pilotar los más variados asuntos que pasan por su despacho del ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Montilla, más aficionado a los viajes de aventura que a los de maleta dura con ruedas, sí encontraría un bolsillo para meter algún libro de novela negra que lee con devoción. "Aunque antes con más facilidad que ahora", admite este político que debe combinar el trasiego del puente aéreo Barcelona-Madrid con una familia a la que hace seis años se sumaron a sus dos hijos mayores los traviesos trillizos Héctor, Víctor y Anna.

Asesinos y malhechores

Pero en su mesilla de noche siempre han abundado los libros donde asesinos y malhechores variopintos conviven con héroes detectivescos y policías de los bajos fondos. Y si el viaje a la isla desierta comenzara esta misma semana probablemente se llevaría el libro que tiene pendiente de acabar. Kuala Lumpur, del autor catalán Carles Casajuana. Con las gemelas Torres Petronas de la capital de Malasia como trasfondo, un agregado de la embajada española debe encontrar al asesino de un compatriota antes de que el único detenido, sin pruebas evidentes, deba afrontar las duras leyes malayas.

El ministro afirma que le gusta compaginar esta literatura evasiva con ensayos y obras más próximas a su día a día político y profesional. Por esto también buscaría un bolsillo donde meter un libro que viene marcándole desde hace tiempo: Anales de un liberal impenitente, del inclasificable economista John Kenneth Galbraith.

Para dar satisfacción a sus oídos, el candidato socialista a presidir la Generalitat no duda sobre qué se llevaría a una isla: la obra al completo de Richard Wagner. De hecho ésta forma parte de su colección de CD. "Me gusta Wagner pero no soy wagneriano", afirma consciente de que poco podría compartir un socialista con el compositor que la Alemania nazi entronizó por su defensa de lo germánico. Es precisamente de Wagner una de las últimas óperas que el candidato socialista ha ido a ver al Liceo, al que los políticos catalanes acuden a ver y dejarse ver siempre que se avecinan unas elecciones. En su penúltima incursión en el coliseo lírico de la Rambla barcelonesa, Lohengrin, de Wagner, le apasionó. Por esta razón se muestra firme en su elección veraniega. "No soy mitómano, pero metería en la maleta cualquier ópera de Wagner".

Pero sus gustos musicales no se limitan a la ópera. A sus 51 años y con un carácter más bien introvertido y poco amante de los grandes saraos continúa fiel a la música de Leonard Cohen. Una música intimista que, al menos a priori, no encaja con el sobrenombre de El guerrillero que le pusieron sus compañeros de fatigas en la clandestinidad antifranquista. Los mismos que, unos años después, le apoyaron para alcanzar la alcaldía de Cornellà de Llobregat.

Un 'thriller' clásico

Más acostumbrado a hablar de política que sobre sus gustos personales, se desconcierta un poco con la última pregunta. Y, ¿qué película metemos en la maleta, ministro? "Me gusta bastante la ciencia ficción, pero reconozco que últimamente voy poco al cine", reconoce.

Su última película, recuerda, ha sido Azul oscuro casi negro, de Daniel Sánchez Arévalo. Le gustó el personaje: "Un chico algo gamberro al que le coges simpatía". Pero al hacer la maleta Montilla vuelve a lo negro, a lo policial y se decanta, finalmente, por un thriller de lo más clásico. El tercer hombre, de Carol Reed.

José MontillaCARLES RIBAS

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