ESCRITO A MANO

Los placeres del viajero

Siete de la mañana. Subes al Euromed, que desde Barcelona te llevará a Alicante. Provisto de libros, periódicos y revistas te prometes cinco horas relajadas. Todo va bien hasta las nueve, con los viajeros sumidos en la somnolencia. A las nueve una señora abre su móvil. "Nena, ¿ya estás despierta? Yo estoy en el tren". La mujer del asiento cercano empieza a leer una revista y decide comentarla en voz alta con su compañero de viaje: "La chica que está con los Reyes, debe ser simpática". "¿Quién?", pregunta el acompañante. "La Letizia ésta. Parece muy cariñosa la chavala". La señora del móvil con...

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Siete de la mañana. Subes al Euromed, que desde Barcelona te llevará a Alicante. Provisto de libros, periódicos y revistas te prometes cinco horas relajadas. Todo va bien hasta las nueve, con los viajeros sumidos en la somnolencia. A las nueve una señora abre su móvil. "Nena, ¿ya estás despierta? Yo estoy en el tren". La mujer del asiento cercano empieza a leer una revista y decide comentarla en voz alta con su compañero de viaje: "La chica que está con los Reyes, debe ser simpática". "¿Quién?", pregunta el acompañante. "La Letizia ésta. Parece muy cariñosa la chavala". La señora del móvil conecta con otra amiga: "Cariño, estoy en el tren". La mujer de la revista sigue analizando el mundo: "Con el dinero que se gastaron en el viaje del Papa había para pagar cuatro o cinco buenas bodas". La señora del móvil continúa informando del viaje a sus amistades: "Mira, estoy en el tren". La lectora de la revista ve ahora el mundo a través de la ventanilla: "Dios dispuso que hubiese terreno para todos, pero como los humanos somos así, la tierra se la quedaron unos más que otros". Y así tres horas. Se llegan a añorar los tiempos de los vagones de madera, con malolientes e incómodos compartimentos. Por lo menos allí los compañeros de viaje te invitaban a compartir tortilla de patata y experiencias de la vida. Recuerdo un viaje en el que todos acabamos rezando el rosario dirigido por dos monjas javerianas que primero nos engatusaron hablándonos de rock. Viajando, cualquier tiempo pasado fue mejor.

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