CLÁSICA

Nace una orquesta en el Festival de Torroella

No todos los días se asiste al nacimiento de una orquesta. El Festival de Torroella de Montgrí (Girona) vivió anteanoche esa emocionante experiencia con la presentación de su orquesta propia en un concierto consagrado a La obligación del primer mandamiento, KV 35., oratorio compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart a los 11 años. La nueva formación, que utiliza instrumentos de época y criterios historicistas, nace con el larguísimo nombre de Orquesta Barroca del Festival de Torroella de Montgrí-La Principessa Filosofa. Sus integrantes son jóvenes músicos free lance con experiencia en...

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No todos los días se asiste al nacimiento de una orquesta. El Festival de Torroella de Montgrí (Girona) vivió anteanoche esa emocionante experiencia con la presentación de su orquesta propia en un concierto consagrado a La obligación del primer mandamiento, KV 35., oratorio compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart a los 11 años. La nueva formación, que utiliza instrumentos de época y criterios historicistas, nace con el larguísimo nombre de Orquesta Barroca del Festival de Torroella de Montgrí-La Principessa Filosofa. Sus integrantes son jóvenes músicos free lance con experiencia en prestigiosas orquestas barrocas españolas y europeas.

El concierto fue un éxito, pero si nos ceñimos al resultado musical, quedaron al descubierto flecos importantes. Se confió la dirección a un buen violonchelista, el checo Marek Stryncl, en funciones de concertino. Asumió su doble función desde su puesto, y sólo podían verle algunos de sus colegas. Era más fácil seguir a la excelente violinista-concertino Farran James. Los solistas vocales pasaron innecesarios apuros, ya que el director estaba a sus espaldas.

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