El espíritu de Vicenzo y los consejos de Severiano

Roberto de Vicenzo, residente en Buenos Aires, tiene 83 años. Ha rechazado la invitación transatlántica de viajar desde Argentina a la casa club del Royal Liverpool. De Vicenzo es un tipo curioso. Nombrado uno de los cinco deportistas argentinos más importantes de todos los tiempos -comparte lista con Fangio, Monzón, Vilas y Maradona- es el golfista que más títulos ha ganado en la historia, 215.

Entre ellos, sólo figura un grande: el Open británico de 1967. El último que se disputó en Hoylake.

De Vicenzo, a los siete años, daba de comer a sus hermanos pequeños y se ...

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Roberto de Vicenzo, residente en Buenos Aires, tiene 83 años. Ha rechazado la invitación transatlántica de viajar desde Argentina a la casa club del Royal Liverpool. De Vicenzo es un tipo curioso. Nombrado uno de los cinco deportistas argentinos más importantes de todos los tiempos -comparte lista con Fangio, Monzón, Vilas y Maradona- es el golfista que más títulos ha ganado en la historia, 215.

Entre ellos, sólo figura un grande: el Open británico de 1967. El último que se disputó en Hoylake.

De Vicenzo, a los siete años, daba de comer a sus hermanos pequeños y se metía hasta el torso en los lagos del club de golf cercano a su casa para rescatar bolas y pedir propinas a los golfistas del campo. "Agarraba un palo de mimbre y le daba a todo lo que era redondo", recuerda de su temprana afición. Pudo ganar más, pero un error al firmar una tarjeta le impidió adjudicarse el Másters de 1968. "¡Qué estúpido soy!", exclamó mientras zanjaba el asunto.

Treinta y nueve años después, otro argentino, Ángel Cabrera, está en muy buena posición para ganar el torneo en el Royal Liverpool: "Es especial, desde luego, pero realmente no estoy pensando en la historia, pienso en Cabrera", comentó con cierto desapego el jugador, no muy hablador, que insistió en minimizar la conexión con De Vicenzo. "Él vive a 700 kilómetros de Córdoba, mi casa, así que le veo muy poco", quiso recalcar Cabrera.

Mucho más entusiasmo puso al recordar los consejos del español Severiano Ballesteros los días previos al campeonato: "Le pregunté cuál era su opinión y me dijo que jugara cerca de los greenes. Así lo he hecho y ha funcionado", desveló Cabrera, con cara de ser el poseedor de un secreto verdaderamente valioso.

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