Reportaje:Alemania 2006

Tarjeta amarilla a los árbitros

Blatter y Beckenbauer cargan contra los colegiados, acusados de 'políticamente correctos'

Algo debe de estar pasando en el arbitraje del Mundial para que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirme que el ruso Valentin Ivanov, que dirigió el conflictivo Portugal-Holanda, merecía "la tarjeta amarilla". O para que el presidente del Comité Organizador, Franz Beckenbauer, asegure a la cadena alemana ZDF: "Los árbitros no están haciendo bien su trabajo". O para que el presidente de los colegiados franceses, Bernard Soules, califique de "verdadera catástrofe" la actuación de los trencillas en el Mundial. El penalti señalado en tiempo de prolongación por el español Medina Cantalejo, ...

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Algo debe de estar pasando en el arbitraje del Mundial para que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirme que el ruso Valentin Ivanov, que dirigió el conflictivo Portugal-Holanda, merecía "la tarjeta amarilla". O para que el presidente del Comité Organizador, Franz Beckenbauer, asegure a la cadena alemana ZDF: "Los árbitros no están haciendo bien su trabajo". O para que el presidente de los colegiados franceses, Bernard Soules, califique de "verdadera catástrofe" la actuación de los trencillas en el Mundial. El penalti señalado en tiempo de prolongación por el español Medina Cantalejo, que dio el triunfo a Italia sobre Australia, y la polémica actuación de Ivanov en el Portugal-Holanda (récord de expulsiones, 4, y tarjetas amarillas, 16) obviando penaltis clamorosos (el de Nuno Valente a Robben) o acciones violentas (el cabezazo de Figo a Van Bommel) han incendiado una situación que ya había prendido el primer día.

"La FIFA parece que sólo busca 'Carl Lewis' del arbitraje", dice el jefe de los trencillas franceses

Desde el principio, la sensación que predomina en el Mundial es que el arbitraje es políticamente correcto. Los grandes han sido beneficiados o, ante un perjuicio, ampliamente compensados. El caso más claro es el de Italia: injustamente perjudicada por la exagerada expulsión de Materazzi, pero recompensada con un dudosísimo penalti ganador en el último segundo. Todo a cargo de Medina Cantalejo, que ha pasado a la historia del Mundial.

La FIFA y la organización se han visto atrapados en una red que les incomoda. Sólo así se entienden las viscerales reacciones de sus máximos dirigentes, algo inhabitual en una organización que tiende por inercia a defender la actuación arbitral, sea la que fuere.

Probablemente, la FIFA se reserva su carta para hoy, cuando decida qué colegiados abandonan el Mundial ante la reducción de partidos. Algunos parecen sentenciados: el inefable británico Graham Pool, que llegó a amonestar tres veces al croata Simunic; el ruso Ivanov, récord de sanciones; el alemán Merk, que fue insultado por el australiano Kewell y cuya acta del suceso fue calificada por la FIFA de "incoherente", y Medina Cantalejo, por el inesperado penalti a favor de Italia, son candidatos a hacer las maletas.

Las críticas no han sido un coto de los medios de comunicación o de los afectados. Medina Cantalejo sólo puede confiar en Ángel María Villar, presidente de la Federación Española y encargado en la FIFA de las cuestiones arbitrales, para alargar su estancia en Alemania.

Más allá de que Guus Hiddink, el seleccionador de Australia, haya afirmado que el penalti ante Italia "no ocurrió", han sido las estructuras internas las que han cargado contra el favoritismo o el error de los árbitros. Radicalmente expresivo ha sido Saules, que ha ido más lejos al decir que "se ha seleccionado a los mejores equipos por continente, pero no se ha seleccionado a los mejores árbitros. Blatter y la FIFA han hecho un salpicón político en la elección de los árbitros para contentar a todos y ahí están los resultados". Según Saules, la FIFA sólo se preocupa del estado físico de los árbitros "y me da miedo esa cierta deriva para crear Carl Lewis del arbitraje".

Hasta ex colegiados, generalmente influidos por el espíritu de compañerismo, han exigido cambios urgentes. El suizo Urs Meier ha solicitado que la FIFA sólo elija árbitros profesionales y se olvide de decisiones geografica y políticas Incluso los beneficiados, como el italiano Cannavaro, han criticado la actuación arbitral "porque los australianos han podido jugar once contra diez durante mucho tiempo". Medina Cantalejo ha sido especialmente atacado por la prensa alemana. "El escándalo de árbitros en Italia ha llegado hasta este hombre de Sevilla", escribía el diario alemán Die Welt.

El ex seleccionador francés Aimé Jacquet, en su columna habitual en Le Monde, contrasta "los multiples errores arbitrales con la actitud globalmente buena de los futbolistas" y reclama una reforma arbitral urgente "porque el fútbol no puede seguir así. Es momento de buscar soluciones".

Medina Cantalejo amonesta al italiano Gattuso frente a Australia.REUTERS

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