Necrológica:

George field, activista de los derechos humanos en estados unidos

Fue secretario ejecutivo y administrador de la Freedom House

Hay personas cuyo sentido de la injusticia es tan fuerte, que se convierte en el motor que alimenta su vida. Para George Field, fallecido el pasado 26 de mayo a los 101 años en Kennett Square, Pensilvania, toda su existencia giró en torno a esa batalla. Luchó contra el nazismo, el macartismo, el comunismo, el racismo y todas las formas de intolerancia de las que fue testigo. Su principal herramienta para esa lucha fue la Freedom House, una institución creada durante la II Guerra Mundial para combatir el aislacionismo estadounidense frente a los nazis que se convirtió en una de las organizacion...

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Hay personas cuyo sentido de la injusticia es tan fuerte, que se convierte en el motor que alimenta su vida. Para George Field, fallecido el pasado 26 de mayo a los 101 años en Kennett Square, Pensilvania, toda su existencia giró en torno a esa batalla. Luchó contra el nazismo, el macartismo, el comunismo, el racismo y todas las formas de intolerancia de las que fue testigo. Su principal herramienta para esa lucha fue la Freedom House, una institución creada durante la II Guerra Mundial para combatir el aislacionismo estadounidense frente a los nazis que se convirtió en una de las organizaciones más emblemáticas de Estados Unidos en la defensa de los derechos humanos y las libertades.

Field nació en Nueva York en 1904. A los 16 años ya tenía un héroe a quien emular: el socialista Eugene V. Debs, cinco veces candidato socialista a la presidencia estadounidense, quien estuvo encarcelado en plena campaña electoral en 1920 y aun así consiguió un millón de votos. "Usted es la inspiración de un gran movimiento, la fe de una batalla intensa. Está encarcelado, pero su espíritu está en todas partes. Nosotros, la futura generación, nos estamos educando y preparando para continuar el trabajo que usted ha desarrollado con tanta nobleza", le escribió Field a Eugene V. Debs mientras estuvo en prisión. Debs le contestó definiéndole como "la voz del futuro".

Sin embargo, pasarían años hasta que el joven activista político encontrara realmente su vocación en la lucha por los derechos humanos. Nunca terminó la escuela. Durante los años veinte abandonó los ideales socialistas y trabajó en la radio y en publicidad, y aunque regresó a la política a mediados de los treinta para apoyar la campaña del alcalde neoyorquino Fiorello H. La Guardia, no fue hasta los años cuarenta cuando se volcó realmente en lo que sería el guión que marcó toda su vida.

Tras la llegada de Hitler al poder y ante la pasividad estadounidense frente al estallido de la II Guerra Mundial, Field fundó el Comité Nacional para Defender a América a través de la Ayuda a los Aliados. ¿Su objetivo? Acabar con el aislacionismo estadounidense y convencer a los norteamericanos de la necesidad de implicarse en la guerra. En un año, Field conseguía que desde artistas a periodistas, pasando por miembros del Gobierno, se implicaran en su causa.

La Freedom House se fundó en 1941, poco antes de que los japoneses bombardearan Pearl Harbour. Nació para combatir la Braunhaus de Hitler, desde donde se dirigía toda la propaganda nazi. Fundada por dos periodistas y con el apoyo de Eleanor y Franklin D. Roosevelt, la Freedom House tuvo a Field en sus filas desde el principio trabajando primero como secretario ejecutivo y después como administrador.

Tras el final de la guerra, la organización se volcó en la lucha contra el comunismo chino y soviético y la pérdida de libertades en Europa del Este. Afortunadamente, esa lucha no nubló la vista de sus miembros, quienes no dudaron en oponerse de forma radical a la caza de brujas que dirigió el senador McCarthy en los años cincuenta contra los comunistas de su propio país. La lucha por los derechos civiles de la población negra, la condena del Ku Klux Klan y también el apartheid en Suráfrica o las dictaduras en América Latina convirtieron la Freedom House en un referente internacional en la lucha por los derechos humanos.

Field trabajó en la organización hasta su jubilación definitiva en 1970. "Él era la persona que hacía que las cosas funcionaran. Si nos hacía falta dinero o un nombre importante que apoyara alguna causa, George siempre lo conseguía. Era nuestro guía", aseguró la columnista Roscoe Drummond, quien trabajó durante años junto a Field.

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