Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Mónaco

"Tengo que disfrutar, quizás sea irrepetible"

Alonso valora sus dos últimos triunfos, en Barcelona y Montecarlo, y cree que la lucha por el título será contra Ferrari

Sorprendió tanto ver a David Coulthard con una capa de Supermán roja en el palco, compartiendo alfombra con el principe Alberto y la princesa Carolina, que pasó algo inadvertida la carrera de Flavio Briatore, el director de Renault, para alcanzar la plataforma donde se había instalado el podio. La victoria de Fernando Alonso fue tan incontestable como la falta de forma física del italiano. En su celebración, el español repitió algunos gestos que se han convertido ya en habituales: el puño cerrado, la mano levantada, los dedos unidos haciendo los pajaritos, las manos en las orejas... Cada cosa ...

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Sorprendió tanto ver a David Coulthard con una capa de Supermán roja en el palco, compartiendo alfombra con el principe Alberto y la princesa Carolina, que pasó algo inadvertida la carrera de Flavio Briatore, el director de Renault, para alcanzar la plataforma donde se había instalado el podio. La victoria de Fernando Alonso fue tan incontestable como la falta de forma física del italiano. En su celebración, el español repitió algunos gestos que se han convertido ya en habituales: el puño cerrado, la mano levantada, los dedos unidos haciendo los pajaritos, las manos en las orejas... Cada cosa debe tener un sentido, pero Alonso se lo guarda para sí mismo. Así que son indescifrables.

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Lo que sí era fácil de desvelar era la ilusión que embargaba al campeón más joven de la historia por haber ganado dos grandes premios seguidos: en Barcelona y, especialmente, en Montecarlo. "Es la carrera más importante y prestigiosa y, para mí, ganarla ha sido un momento muy especial", afirmó Alonso; "tengo que disfrutar de cada momento [en relación a sus dos últimos triunfos] porque quizás todo esto sea irrepetible". La ilusión de Alonso constrastaba con el desespero de Kimi Raikkonen, que perdió todas sus posibilidades cuando se incendió su coche (50ª vuelta) y que, desmoralizado, optó por subirse a un barco a tomar el sol mientras la carrera concluía.

"Todo transcurrió de una forma que no esperaba. Teníamos la estrategia adecuada para hacerme con el liderato tras el segundo repostaje, porque llevaba gasolina para hacer siete vueltas más que Alonso, pero lo perdimos todo con la entrada del coche de seguridad", dijo el finlandés. "Un abandono es duro tanto para mí como para el equipo. Pero, especialmente, cuando ves que tienes un coche competitivo y realmente muchas posibilidades de ganar la carrera".

Alonso, sin embargo, opinó que, con vistas al futuro, el rival a tener más en cuenta va a ser Ferrari. Pero valoró poco la vuelta rápida que consiguió Michael Schumacher. "Aquí la vuelta rápida no representa nada", comentó el asturiano; "la pista va mejorando en cada vuelta a medida que se va enganchando goma al piso. Y aquí mi carrera nunca fue contra él. Fue contra Raikkonen y Webber mientras estuvieron en liza. Cuando tuvieron que abandonar, me he limitado a controlar a Montoya". Tal vez por eso no dudó en dejarse adelantar por Schumacher y Fisichella, a los que había doblado: "Fue una decisión mía. Ellos venían fuertes porque estaban luchando por un puesto, pero mi victoria estaba decidida y no quería arriesgarme".

Sobre el futuro del campeonato, el ovetense matizó que aún no es el momento de usar la calculadora. "La cuestión es que en las próximas siete carreras lo hagamos tan bien como en las siete primeras para tener un colchón de puntos en la recta final", concluyó.

Alonso dedicó su triunfo a Eduard Michelin, presidente de la compañía de neumáticos de su nombre, fallecido el viernes.

Fernando Alonso, en el podio. Tras él, la princesa Carolina (derecha) y sus dos hijos.ASSOCIATED PRESS

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