Necrológica:

Katherine Dunham, pionera del ballet afroamericano

Bailarina, coreógrafa y profesora de danza, estudió Antropología y fue activista de los derechos civiles de los negros

Katherine Dunham, una de las pioneras y fundadoras del ballet afronorteamericano, murió el 21 de mayo en Nueva York a la edad de 96 años.

La Dunham es un monumento de la danza americana del calibre de Martha Graham o George Balanchine. Su fuerza, su estilo, sus reivindicaciones por los derechos raciales de los negros y sus luchas por los más desprotegidos la convirtieron en un ejemplo de humanística y arte.

Había nacido en Chicago el 22 de junio de 1912, y en esa ciudad había sido una de las primeras mujeres en estudiar Antropología en su universidad pública, donde hizo una conso...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Katherine Dunham, una de las pioneras y fundadoras del ballet afronorteamericano, murió el 21 de mayo en Nueva York a la edad de 96 años.

La Dunham es un monumento de la danza americana del calibre de Martha Graham o George Balanchine. Su fuerza, su estilo, sus reivindicaciones por los derechos raciales de los negros y sus luchas por los más desprotegidos la convirtieron en un ejemplo de humanística y arte.

Había nacido en Chicago el 22 de junio de 1912, y en esa ciudad había sido una de las primeras mujeres en estudiar Antropología en su universidad pública, donde hizo una consolidada tesis sobre las danzas de Haití que aún hoy es materia de estudio. Tomó sus primeras clases de danza con Liudmila Speranza y Mark Turbyfill, apareciendo en escena por primera vez en la obra Guiablesse, de Ruth Page, otra pionera.

Una vez que se mudó a Nueva York, apareció en musicales como Emperor Jones y Pins and needles. Y ya a principios de los años treinta esta mujer menuda, fuerte y vital hizo su grupo de danzas donde reelaboraba los ritmos ancestrales de la esclavitud africana en la cuenca caribeña, pero siempre con una mirada puesta en las nacientes corrientes de la danza moderna universal, tanto de europeas como propiamente americanas.

Su frase "Black is beautiful" ha sido y es bandera de un arte con grandes figuras que llegan hasta Alvyn Ailey y Arthur Michael. Su primer musical propio en Broadway fue Cabin in the sky (1940) y ya en 1942 comenzó a aparecer en filmes de Hollywood como Rhytm, un verdadero clásico del género donde ya colaboraba con su marido, John Pratt, desaparecido en 1986.

Otros filmes fueron Pardon my sarong (1942) y, sobre todo, Tropical review, hasta llegar a las más comerciales Carib song (1945) y Carnaval of rhythm. Su gran obra teatral-religiosa fue Shangó (1945) en la que fue retratada por Platt Lynes.

Entre 1940 y 1960 la compañía de bailes de Katherine Dunham viajó por más de sesenta países en los seis continentes, siempre con un lema subliminal y potente de lucha por la igualdad y el no olvido. Su estilo, cercano a las tradiciones y voces creole, cantaba a la tradición de la cuenca del río Misisipi.

Su escuela se difundió por toda Norteamérica en universidades y centros tanto profesionales como amateurs, y ella se mantuvo en activo mientras pudo, minada por la artrosis (la dolorosa enfermedad que pasa factura a todas las bailarinas longevas). Su lucha se hizo patente en los medios de comunicación cuando en 1992 encabezó unas protestas por la repatriación forzosa de emigrantes haitianos.

Su biografía es leyenda, entre sus alumnos ocasionales estuvieron Marlon Brando, Harry Belafonte y James Dean, que se acercaron en sus comienzos al estudio neoyorquino donde se enseñaba "la técnica Dunham", que tenía como premisa sacar y expandir los sentimientos relativos al hombre, como dolor, muerte, vida, emoción.

Se recuerda la coreografía que armó para la ópera Aída en 1963 en el antiguo Metropolitan. Su autobiografía Un toque de inocencia ha sido traducida a varios idiomas. Alvyn Ailey repuso en los años ochenta su pieza Choros.-

Katherine Dunham en el musical Cabin in the sky, en 1941.AP

Archivado En