Fútbol | El Barcelona conquista su segunda Copa de Europa

"Fue fuera de juego"

Wenger asegura que está "enfadado" porque el gol de Eto'o fue ilegal

El partido separó a los hombres entre amarillos y azulgranas. El pitido final llenó el campo de dos grupos: los padres y los solteros. Los padres fueron de mayoría culé. Ahí estaba Eto'o con el pequeño Samuel, Giuly con su primogénito, Deco con sus chavales, y Gio con su hijo en tal estado de euforia que cuando a alguien se le ocurrió preguntarle si sería futbolista igual que él su respuesta surgió bañada en cava y confeti: "No, sí, no, espero que sí, pero no sé".

Ante tan formidable espectáculo el señor Arsène Wenger se mantuvo frío y digno, erguido como un lord al que só...

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El partido separó a los hombres entre amarillos y azulgranas. El pitido final llenó el campo de dos grupos: los padres y los solteros. Los padres fueron de mayoría culé. Ahí estaba Eto'o con el pequeño Samuel, Giuly con su primogénito, Deco con sus chavales, y Gio con su hijo en tal estado de euforia que cuando a alguien se le ocurrió preguntarle si sería futbolista igual que él su respuesta surgió bañada en cava y confeti: "No, sí, no, espero que sí, pero no sé".

Ante tan formidable espectáculo el señor Arsène Wenger se mantuvo frío y digno, erguido como un lord al que sólo le faltaba la peluca. El técnico del Arsenal mantuvo la flema, pero en el fondo se comportó como la mayoría. Es decir, se quejó del árbitro. No lamentó que Hauge anulase el gol de Giuly, sino que no pitara un supuesto fuera de juego de Eto'o en el gol del empate del Barça. "Es duro perder una final con un gol en fuera de juego", declaró. "Es difícil aceptar una derrota cuando hay una mala decisión. Algo habrá que hacer en el futuro. Estoy enfadado".

Lehmann: "¿Acaso debo maldecirme? Creo que cometí un pequeño error de cálculo"

Mientras los jugadores del Barça festejaban sobre el césped, Wenger se quedó serio. Henry se le acercó para alternar, le dijo algo, pero el entrenador no le devolvió ni la mirada. En ese momento Wenger divagaba sobre lo inaccesible del entramado burocrático de la UEFA y la designación arbitral. Un tema profundo.

"Hasta el gol de Eto'o", dijo Wenger; "el Barça tuvo el balón pero no fue creativo ni hizo grandes cosas. Lo que ha sido decisivo ha sido la expulsión de uno de los míos, que nos ha dejado con diez. No tengo nada que reprocharles, y a Lehmann tampoco. Han estado espléndidos, han jugado como héroes pero no han sido recompensados. No veo qué podíamos hacer más. Hemos perdido un solo partido en toda la temporada europea y ha sido la final. Y por un gol en fuera de juego".

El técnico también comentó que su equipo necesita a Henry. Fue una llamada a su estrella para que no fiche por el Barça. "Tenemos muchos jóvenes y creo que progresamos", dijo. "Somos un equipo muy prometedor pero necesitamos a Henry. Ha tenido una influencia muy positiva para que el equipo cuente en Europa. Me reuniré con él ahora para preparar la próxima temporada".

El joven más prometedor del Barça es el catalán Cesc Fabregas. "No me preocupa haber perdido la final porque sé que estaré en otra final", dijo. Y advirtió: "En la final no hubo ni tanto Barça ni tan poco Arsenal como tanta gente que no sabe de fútbol pensaba".

El portero del Arsenal, el alemán Lehmann, se puso duro ante los micrófonos. "Obviamente fue un poco trágico que me echaran a los 20 minutos", dijo. "¿Pero qué quieren que diga? ¿Acaso debo maldecirme a mí mismo y decir que fue todo culpa mía? Creo que cometí un pequeño error de cálculo. Naturalmente, como portero, siempre te golpean. Siempre".

Arsène Wenger consuela a Almunia tras la derrota.REUTERS

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